domingo, 17 de diciembre de 2006

El vacío de la derrota, o un sapito saltando al ajedrez.

Pues bueno, señores, perdí la importante partida de hoy. Poco consuelo es saber que el equipo fue aplastado 2-6 y que una hipotética victoria mía hubiera únicamente suavizado la pepiniza que nos recetaron a un honorable 3-5, o que la perdí por tiempo. En lugar de alcanzar y rebasar al líder del torneo, contra quien precisamenten jugamos, nos hundimos en la anónima mediocridad de la media tabla (me encantan estas frases tan arquetípicamente rebuscadas y esquematizadas).

Fue la primera vez que juego con preparación casera. Ya en un correo anterior mencioné cómo Marcos Kiesekamp vino a mi casa a adiestrarme en las variantes Del Dragón y Svéshnikov de la defensa siciliana, y cómo tuvo incluso el excelente gesto de dejarme análisis suyos. He de decir algo. Es muy diferente jugar con preparación casera, casi dedicada al rival, a jugar las aperturas según recordamos de lo que hemos leído hace quién sabe cuánto tiempo. Me explico: antes yo me enteraba de las aperturas que empleaban mis rivales en cuanto jugaba con ellos. Sobre la marcha, en pocas palabras. Hoy en día, con las bases de datos, uno se concentra no para encontrar la mejor jugada, sino para recordar la secuencia, recordar la jugada concreta en turno o, en caso de emergencia, recordar por lo menos la idea. Antes, en cambio, era imposible prepararse. Ahora sabía que las posiblidades se cerraban en sólo dos personas: un vietnamita que juega la variante del Dragón o un alemán que juega la Svéshnikov, y desde apenas como año y medio. Antes jugaba la defensa Caro Kann con 4... Cd7. Todo esto lo sabemos gracias a las bases de datos.

Fue una sensación muy rara ir repitiendo sobre el tablero lo que habíamos visto Marcos y yo en mi casa, hace seis días. Pero más raro fue darme cuenta de que, apenas entrando a la variante secreta... se me olvidó la continuación. Yo recordaba que, según esto, tenía que evitar ...f5. Además, el momento psicológico fue muy interesante: el 11.g3 recomendado por Marcos me hizo jugar toda la partida con la idea de que estaba, si no ganado, sí al menos con ventaja casi decisiva, y en cada jugada buscaba un remate contundente. En realidad, ya mi jugada 14 (Cd5-e3) fue una imprecisión prevista por la teoría. Creí ganar calidad o por lo menos peón, pero si hubiera aceptado la supuesta ganancia de calidad (en realidad es un sacrificio temático), mi oponente hubiera obtenido un ataque peligrosísimo por las casillas blancas. La partida es complicada y el final aclimático: perdí, y por mucho, por tiempo, apenas en la jugada 35. En la jugada 27, cuando me quedaban menos de dos minutos (por unos cuatro de mi rival), mi oponente cometió un error que lo dejó perdido y me ofreció tablas. Las rehusé, pero perdí segundos preciosos en formular en alemán la frase. Inicié la secuencia ganadora pero por disparar en ráfaga las últimas jugadas pasé por alto la continuación que ponía fin a la partida. Cuando se cayó mi bandera, ya tenía ventaja el negro.

Este año, mi regreso al ajedrez después de cinco años de no jugar un solo torneo, perdí tres partidas. Dos por ellas por tiempo y en varias ocasiones he tenido que salvar apuros de 10 minutos para 25 jugadas. No puede ser. Hay que pensar más rápido. De pensar mejor ya ni hablo porque no soy ingenuo.

La partida:

Su servilleta (Manuel García, pues)-Leonard von Löhneysen (1992 de ráting alemán)
1. e4 c5; 2. Cf3 Cc6; 3. d4 cd4; 4. C:d4 Cf6; 5. Cc3 e5; 6. Cbd5 d6; 7. Ag5 a6; 8. Ca3 b5; 9. A:f6 gf6; 10. Cd5 f5; 11. g3 ... (diagrama) Se supone que esta jugada es la última moda contra la Svéshikov. La idea es simple: jugar sobre las casillas blancas sin que el alfil se interponga con la futura acción de las piezas mayores en las columnas centrales. De cualquier manera, la posición está llena de finezas y sutilezas. Pronto se me acabó la teoría y cometí un error que me pareció instructivo: creí estar ganado por el mero hecho de que el rival había "caído en la preparación", y me dediqué a buscar el golpe decisivo a cada jugada. 11. ... Ag7; 12. Ag2 0-0; 13. ef5 A:f5 14.Ce3?! ... Este es el famoso error. No puede ser que crea poder ganar calidad (si se retira el caballo de c6 cae la torre de a8) o un peón (después de 14 ... Ad7? sigue 15. D:d6) con tanta simpleza. Mi rival se clavó casi media hora, pero encontró la mejor respuesta. Cualquiera podrá ver que en las subsecuentes jugadas resultaba casi suicida aceptar el sacrifico de calidad: las negras tendrían un ataque directo contra el rey blanco y un dominio pleno de las casillas blancas y, por si fuera poco, hay variantes en las que se nota la debilidad del punto b2, en la mira del taimado alfil de g7. Por qué no jugué la natural y correcta 14. c3 es un misterio que me acompañará hasta el final de mis días (otra de esas frases de molde).

14. ... Ce7! 15. C:f5 C:f5; 16. Ae4 Cd4; 17. Ae4 d5! (diagrama) Y aquí me di cuenta de que la prevista retirada 18. Ag2 no gana el peón de d5, pues el caballo negro no está obligado a retirarse. Al contrario, las negras disponen del mazazo 18. ...b4! y quedan en posición prácticamente ganada.
Todo mi plan de juego hasta este momento ha sido erróneo. Me olvidé de ganar en cuestión de un par de jugadas y busqué la manera de asegurar alguna pequeña ventaja. Decidí jugar contra peones centrales pero doblados. 18. A:h7+ R:h7; 19. cd4 ed4; 20. Dd3+ Rg8; 21.0-0 Tc8 Es claro que es imposible progresar sin reubicar el caballo de a3. Las negras sólo pueden taponar las columnas usando sus peones centrales como puntos de apoyo, pero no alcanzan a ocuparlas. En realidad, la estructura central negra, pese a su resistencia, es muy poco flexible. Es en esta clase de posiciones en las que se demuestra la maestría (cuando se tiene, claro), y me deja un mal sabor de boca el hecho de que no acerté (Ergo: no hay maestría). Elegí la ruta más incómoda para mi caballo, y si después pude haber ganado fue por dos imprecisiones serias de mi rival. 22. Cc2?! ... Era mucho mejor 22. Cb1!, y el plan negro no prospera: 22. ...Tc4; 23. Cd2 Te8 Tfe1, y a las negras les falta un tiempo para afianzar su torre en e4. Un detalle a cuidar es que b3 permite siempre a la torre negra penetrar en c3. Hay variantes, sin embargo, en las que se puede cambiar en c3 y el peón de d5, ahora defendido por la dama, cae. 22. ...Tc4; 23. Ce1 Te8; 24. Cf3 Te4; 25. h4 ... Ganar la calidad con Ce2 apenas y puede considerarse. Los avanzados peones libres centrales le darían al negro un dominio pleno del tablero. Yo quería afianzar por lo menos el punto g5 para mi caballo y un hipotético plan Dd3-f3-f5. 25. ...De7; 26. Tac1 ... aprovechando el detalle ya mencionado: amenazo 27. b3 y 27. ...Tc3? falla por 28. T:c3 bc3 29. D:d5. 26. ...Ah6? Había jugadas mucho más tenaces. Incluso apoyar la torre con la dama mediante 26. ...Dc7 ó 26. ...Dc5 parece mejor, aunque las negras parecen encarar determinadas dificultades. Aquí ya estábamos ambos jugadores en un apuro de tiempo feroz. 27. Tc2 T:c2? Error que me claramente superior. Mi rival me ofreció tablas en este momento. Luego me dijo que estaba seguro de que yo aceptaría la oferta, pues me quedaban como 2 minutos para las últimas 13 jugadas. 28. D:c2 Te2? Y ahora quedo ganado, pero, como dicen los que saben de esto: ganado... ¡las vacas!. Las siguientes jugadas fueron pimponeadas. 29. Dc8+ Af8; 30. Dg4+ Ag7 (Diagrama) 31. C:d4?? ... Craso error. Ganaba 31. Tc1! y el rey negro está bajo fuego. Por ejemplo, 31. ...Df8 (para recibir 32. Tc8 con 32. ...Te8) falla por 32. Cg5, atacando la torre de e2 y amenazando Df5 ó Dh5. Tras la del texto las negras quedan tal vez mejor, pues fuerzan el cambio de damas. De cualquier manera, me quedaban, literalmente, dos segundos y de todos modos hubiera perdido por tiempo, incluso si tuviera piezas de ventaja. 31. ... Te4!; 32. Dc8+ De8 33. D:e8+ T:e8; 34. Td1 Te4; 35. Cb3 A:b2 y en cuanto mi rival presionó el reloj, se me cayó la bandera. 0-1

Y como dirían los del Monthy Python: And now for something completely different... me gustan los licuados. No hay nada más sabroso que un licuado con leche, canela y miel. De guayaba, de melón, de plátano y de plátano con melón, de fresa y de fresa con plátano, de papaya, de papaya con plátano también, de nuez o de avena, etcétera etcétera. Me gustan los licuados de manzana, pero preparados con yogur. O me gustaban en México, porque acá en Berlín me han salido unos licuados ácidos hasta decir basta, y eso que los preparo igualito que allá en mi rancho. ¿vacas malhumoradas? ¿manzanos regados con lluvia ácida? ¿se acerca el final de los tiempos? ¿usará por fin Bush sus neuronas o correrán salmones por los desiertos? Misterio. Además, me tocó una bolsa de manzanas embadurnadas de cera. Tanta cera tienen que hasta están entre resbalosas y grasientas. ¿A qué clase de animal se le ocurre encerar manzanas? ¿Nomás para que se vean relucientes y dizque más apetecibles? Si lo único que quiero en una simple manzana para masticarla (o licuarla), excretarla y ya. Que no mamen.

viernes, 15 de diciembre de 2006

Periodista

A pesar de que mis primeros empleos fueron de guionista de televisión, siempre me he considerado periodista. Me gusta la idea y más me gusta todavía el compromiso que he hecho con lo que identifico con el ser periodista.

No he trabajado mucho como periodista, sin embargo. Durante los últimos semestres de la carrera y en los años subsecuentes me dediqué, como ya dije, a hacer guiones de televisión; humorísticos para ser más explícito. A veces recibía honorarios, a veces no. Cuando recibes, es mucho; cuando no, nada. Ingresé a la televisión, según yo, mientras encontraba algo que me gustara en el ámbito del periodismo. Cuando me di cuenta ya llevaba cinco años haciendo chistes como mercenario. Abandoné de tajo la televisión y tuve la suerte de encontrar a los pocos meses un puesto en un diario. Eso fue allá a mediados de 1998. Estuve ahí dos años y regresé a la universidad, ahora por un posgrado de dos años. Cuando terminé, regresé al periodismo, pero sólo por cuatro meses: exactamente el tiempo que faltaba para el inicio de la beca que me tiene aquí, en Alemania. En realidad, no son tantos años como periodista los que acumulo, pero me gusta asumirme como periodista.

Tan así es, que hace poco regresé a ese maravilloso medio. El diario en el que trabajé cuatro meses me pidió un artículo sobre las revoluciones de colores en la antigua Unión Soviética, a finales de octubre. El tema me interesa y lo conozco, de manera que escribí un texto que me dejó más que satisfecho. Se publicó ya en México, hace un par de semanas. No puedo leerlo por internet porque la página es sólo para suscriptores, cosa que obviamente no soy. Se supone que el honorario viene en camino. Tal vez el sistema bancario internacional sea ágil y eficiente únicamente cuando los grandes buitres de la bolsa internacional sacan capitales inmensos de un lugar para especular en otro de un simple teclazo, y con nosotros, los hombres pequeños, sea lento y tortuoso. No sé; sólo sé que aún no recibo mis honorarios.

También redacté una nota sobre el enfrentamiento entre el campeón mundial de ajedrez, Vladímir Borísovich Kramnik, y uno de los programas computacionales más fuertes, Deep Fritz, que se jugó en Bonn. Además de la nota traduje los comentarios del gran maestro israelí Emil Sutovsky a la sexta y última partida (no fue plagio pues contamos con el permiso del titular de la página electrónica donde se publicaron: el portal de ajedrez ruso chesspro). Lo hice para la Revista Mexicana de Ajedrez. La página electrónica de la revista apenas está en construcción y no sé siquiera si recibieron mi texto a tiempo o si será publicado. Lo hice gratis, pues sé que no tienen medios para pagarlo. En fin, hasta el momento no he visto de mi trabajo ni el resultado final ni frutos pecuniarios, pero me gustó haberlo hecho.

Puedo ser exguionista, extraductor, exdesempleado, exestudiante, lo que sea. Pero experiodista no. Soy periodista.

Puta. Qué chingón.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Afilando cuchillos

Señoras y señores ajedrecistas, no se puede ser tan irresponsable; no puede ser tal dejadez. ¡Tal desdidia es inadmisible! He estado jugando años y años sin jamás prepararme contra mis rivales, y resulta que eso es imperdonable y por eso mismo los duendes del ajedrez se ensañan con mi sufrida suerte.

Anteayer vino, en efecto, Marcos Kiesekamp, y me dio una probadita (albureros: ¡absténganse!) de lo que es la preparación casera. Como jugamos un torneo por equipos, conocemos los nombres de mis dos posibles rivales y Marcos, que lleva años en esto del ajedrez berlinés, conoce a mis rivales y sabe qué aperturas juegan: sicilianas. Uno juega la variante del dragón y el otro empezó este año a jugar la Svéshnikov.

"Ah" - había pensado yo al principio, -"a ver qué encuentro."

Pues eso es lo que está mal, mis estimados. Hay que analizar; analizar y sacar cada quien sus propias variantes venenosas, y entender que si el negro tiene el caballo en e5 entonces nada de jugar g4, y demás finezas ocultas. Marcos fue más que generoso y me pasó archivos y archivos llenos de análisis suyos en ChessBase (tuvo que cargarme ChessBase en mi computadora), junto con el Junior 7 para que me corrigiera y revisara mis propios análisis (tuvo que cargarme el Junior 7 en mi computadora), y por último me recomendó los archivos de BerlinBase, un sitio con todas las partidas que se juegan en los torneos berlinenses (tuvo que cargarme el BerlinBase en mi computadora).

Conclusión: Yo vivía en la prehistoria, creyendo que con mis libros de la colección Escaques, de la editorial Martínez Roca, ya estaba del otro lado. Cuál. Marcos me contó tremendas historias de terror, en las que aficionados de 1800 de DWZ (el réiting alemán, pues) se sabían al derecho y al revés líneas y líneas de aprturas, hasta la jugada 25 ó 30 y muchas veces mejor que los tiburones de la escena ajedrecística local. Y todo gracias al ChessBase de marras. Uy, qué mello, pensé, y ámonos, a revisar las líneas secretas de Marcos que habrán de darme el punto compelto el próximo domingo si mi rival juega lo que siempre juega.

La hora de la verdad será este domingo 17, a las nueve de la madrugada, contra el trabuco SK Zehlendorf, que va en primer lugar en la Liga Citadina A, con un punto de ventaja sobre nuestro equipo. Mi rival en el 6° tablero (de ocho) será o un vietnamita, Truong-Son Nguyen-Luu, con 2018 DWZ; o el alemán Leonard von Löhneysen, con un DWZ de únicamente 1992 DWZ.

Pero no todos tienen a un cuate como Marcos, así que ya saben: ¡Hártense de sufrir con alguna apertura, pregúntense "¿Pues dónde chingaos van las piezas en esta línea?", analícenlo solos, revisen con un programa y hagan sus notas, con flechitas y cuadritos de colores para que sea más gráfico todo su análisis! Ah, y luego me lo pasan.

domingo, 10 de diciembre de 2006

¿Soy una reliquia en el ajedrez?

Hoy, domingo de pereza, me llamó por teléfono Marcos Kiesekamp, alemán de origen boliviano (o boliviano nacionalizado alemán, como prefieran, puesn) para decirme que el próximo domingo tenemos un juego muy importante: contra el líder de la tabla general, que nos lleva un punto de ventaja. Si le pegamos, seremos nosotros los líderes, pero si nos surten, adiós campeonato.

Hablamos de ajedrez, y el torneo es el campeonato de Berlín por equipos, categoría A. Hay una sarta de categorías, y no jugamos en la más tremenda pero sí en la segunda o tercera más chonchona. Pues güeno, como iba diciendo, me dijo que jugaré con blancas contra un vietnamita o contra un alemán de apellido medio aristocratón. Me dijo que me preparara contra la defensa Caro Kann con 4 ...Cd7 o contra la variante del dragón de la defensa siciliana. Le respondí precisamente de esas variantes lo ignoro casi todo y que mi plan siempre es sacar las piezas a casillas razonables y ya después ver qué pasa. Creo que lo puse nervioso con esa respuesta, porque me dijo que mejor pasa mañana a adiestrarme. ¡Ja ja ja! Creo que de de plano no sonó convincente ni tranqulizadora mi estrategia del "ya veremos qué pasa". Mis libritos de la Martínez Roca (colección Escaques) no tienen mucho que hacer ante las bases de datos y las computadoras. ¿Pués cuándo me rebasó la vida, que ni cuenta me di? ¿seré en efecto una reliquia, como a veces me hacen sentir? Por otro lado, me da mucha curiosidad la sesión de mañana, porque Marcos es entrenador de niños y yo pues nunca he trabajado con un entrenador. A ver cuáles son los trucos que tienen en sus chisteras.

Persona interesante el tal Marcos. En Bolivia era de los niños y cadetes más duros. Fue rival del ahora flamante GM Osvaldo Zambrana (creo que así se apellida). Luego se mudó a Alemania con su familia y acá también fue de los duros en su categoría. Rivalizaba con el acual GM Jan Gustafsson, que pasa de los 2600. Pero Marcos se dedicó a la bioquímica y Gustaffson al ajedrez. Ahora Marco regresa al ajedrez y Gustafsson busca cómo dejarlo, cambiando los trebejos por la baraja. Tal vez ya nunca realice todo su potencial el buen Marcos, pero juega más que fuerte y, lo principal, lo disfruta.

Como dirían los del Monthy Python: And now, for something completely different... Hoy palmó el torvo Pinochet. Lástima que murió impune. Augusto José Ramón Pinochet Ugalde no merece una lágrima, porque vivió matando, como bien definió Julio Scherer.

sábado, 9 de diciembre de 2006

El PAN y la educación, o los esquimales criando camellos

Acabo de leer una nota en el diario La Jornada (para aquellos que no sean mexicanos, La Jornada es reconocida como uno de los mejores diarios en México y para mí es el mejor. Su tiraje no es el más alto. Lo último que supe es que rondaba los 70 mil ejemplares. Otro muy conocido, Reforma, tira alrededor de 130 mil, pero es que tiene una sección de sociales - bodas, fiestas y eventos sociales de la así llamada "gente bonita" - que es enorme. Según encuestas internas del mismo Reforma, mucha gente compra el diario sólo por esa sección, porque la leen como quien ve una telenovela. En fin... Lo sé porque trabajé en ambos periódicos y sé maomeno de qué lado masca la iguana).

Acabo de leer la nota, como decía, en la que se informa que un diputado del partido gobernante (el PAN, Partido Acción Nacional, de derecha y clerical) dice "qué bueno" que le recortaron el presupuesto a la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM, la más grande y mejor del país. No me escandalicé porque ya sé que así se las gastan los panistas, pero no deja de sorprender semejante estulticia.

Hace unos años, cuando la UNAM permaneció cerrada casi un año por una huelga tremebunda (producto más de la desesperación social que por motivos académicos) y que fue muy mal calibrada por la a veces lamentable izquierda nacional, un insigne panista, Alberto Fernández Garza, entonces presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), sugirió cerrar la UNAM y becar a los estudiantes en universidades privadas o, mejor aún, en el extranjero. Así quieren estos empresarios tener cencias aplicadas, ingenieros que le hagan maquinitas y técnicos que se las arreglen: sin investigación y sin ciencias básicas.

Pero vayamos al grano: la divertida y escandalosa nota (la encuentran acá también: http://www.jornada.unam.mx/2006/12/09/index.php?section=politica&article=003n1pol)

Beneplácito panista por recorte al presupuesto de la UNAM
Egresado del Tec de Monterrey, el presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados considera que la inyección de recursos debe justificarse con "resultados académicos"
ROBERTO GARDUÑO

Qué bueno que a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se le redujeron los ingresos para 2007 en el proyecto económico de Felipe Calderón Hinojosa, sostuvo el legislador panista y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Raúl Alejandro Padilla Orozco.
Contador público egresado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, con hijos estudiando en escuelas privadas, el representante popular dijo convencido: "y me encantaría que todos estudiaran en escuelas que tuvieran mejor calidad".
Ex integrante del Consejo Consultivo de la Universidad Autónoma de Guadalajara, ligada a los Tecos, grupo de ultraderecha vinculado a la organización secreta de El Yunque, el panista, quien tiene en sus manos la dirección del análisis y aprobación del gasto propuesto por Felipe Calderón para el año próximo, emitió una serie de criterios para intentar explicar el recorte a la máxima casa de estudios.

Evidenció absoluta ignorancia del significado e importancia para la nación de la universidad nacional, que actualmente cuenta con una matrícula de 285 mil estudiantes, quienes cursan 76 carreras acreditadas y 48 programas de posgrado, entre doctorados, maestrías y especialidades, atendidos por 3 mil académicos que forman parte del Sistema Nacional de Investigadores, y 33 mil más de todas las áreas.
"Creo que no podemos seguir inyectando dinero a la educación si no tenemos resultados académicos de los estudiantes que sean loables; debemos tener una evaluación...", decía el panista cuando un reportero lo interrumpió para comentarle:
­-La UNAM está en el ranking de las 100 mejores del mundo y la mejor de América Latina, y de todos modos le recortaron el gasto.
­-Oiga, ¡y qué bueno! ¿Y sabe usted que, por ejemplo, la norma mínima de calificación aprobatoria es de cinco, y si usted saca cero la mínima es de cinco? Claro, ¡oiga!, es muy grave, y eso es lo que tengo enterado.
­-El cinco es cinco y es reprobatorio, ­le aclaró una reportera.
-Por eso, nada más que, espéreme, si usted saca cero le ponen cinco, y el promedio mejora muchísimo con ese tema (sic). Repito, la educación es un tema muy valioso, muy importante (se ríe), de veras, chéquelo.

Con tales argumentos, el diputado por el PAN no consideró que, efectivamente, la UNAM ocupa el lugar 74 entre las 100 primeras universidades del mundo, convirtiéndose en la más celebrada de Iberoamérica, por encima de la Complutense, de España, la Washington University, de Pittsburgh, Birmingham, Illinois, y Lomonosov, de Rusia.
Con enojo, otra reportera le replicó que al salir de las universidades públicas, el esfuerzo de los alumnos se manifiesta cuando muchos de ellos estudian a la par hasta dos carreras.
El legislador panista insistió en la lógica del eficientismo: "yo digo que todas las universidades merecen más de acuerdo con un índice de calidad en cuanto a resultados académicos. Ese es un tema universal".
La respuesta del contador egresado del Tecnológico de Monterrey irritó a los periodistas, quienes le señalaron que el estatus de la UNAM "de ninguna manera es poca cosa", como él pretendía reducirlo.

Sólo en este año, la máxima casa de estudios del país obtuvo 725 galardones nacionales e internacionales, y fue anfitriona de seis premios Nobel que acudieron a sus aulas a impartir cátedra. A esto se suma que todas sus carreras tienen acreditación de calidad internacional.
Raúl Alejandro Padilla trató de corregir su postura. "La universidad está reconocida a nivel mundial, y no es la única opción de recorte. Yo no creo que esto sea nada en contra de la UNAM; el tema es que tenemos un tema en el cual tenemos (sic) que buscar eficiencia en la educación".
Los comunicadores le voltearon el tema del presupuesto al preguntarle sobre los onerosos recursos destinados al pago de los intereses bancarios, que cada año el erario está obligado a erogar por su rescate. El legislador del blanquiazul trató de explicar: "Creo que tenemos que dar mejores recursos a la educación. Repito, hoy hemos estado dando crecimientos tremendos y vemos que algunas universidades, lamentablemente, no han tenido ese crecimiento".
­-Entonces, ¿que desaparezcan las universidades públicas?
-­No, ¡oiga!, no se trata de radicalismo.
-­¡No!, yo le estoy preguntando ­respondió otra reportera.
-­O sea, es día o es noche, ¿no puede haber mediodías?
­-Entonces, ¿nada más los del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México ­privado) tienen capacidad?
-­No, repito, el ITAM no es una universidad que reciba subsidio público.
-­¿Qué van a hacer con las universidades públicas que no tienen calidad? ¿Desaparecerlas, impulsarlas, en qué se piensa?
­-Tenemos que buscar algún mecanismo para evaluar la calidad de los estudiantes al salir. Ustedes lo saben muy bien, hay jóvenes que pasan la primaria, la secundaria, y su educación no es lo más adecuado posible, no es de acuerdo con el promedio que quisiéramos tener dentro de México, ésa es la verdad.
­-Entonces, ¿se propone que sólo habrá dinero para alumnos de excelencia?
-­Creo que la educación es un tema que debemos cuidar, pero no es el único que hay en la palestra para analizar.
El panista ya no sabía cómo enmendar sus señalamientos contra los estudiantes que asisten a la universidad pública. Y los reporteros una vez más lanzaron pullas.
-­¿Y en el tema de los banqueros,diputado?
-­En el tema de los banqueros, ¿en qué? ­reviró.
-­Se trata de 27 mil millones los que se consideran para el rescate bancario, ­se le insistió.
-­Bueno, pues eso, otra vez, tendremos que evaluar cómo está presentado dentro de todas las fracciones, y vamos a ver qué vamos a hacer de modificación (sic).
-­Y ahí sí no hay peros, ¿verdad?
-­No es que no haya peros, es que todo tenemos que evaluarlo. Este es un proyecto que está presentando el Ejecutivo, donde el cuerpo legislativo, tanto el Senado como la Cámara de Diputados, tiene que estar analizando.
Tampoco falló la memoria de los periodistas acerca de que Raúl Alejandro Padilla fue uno de los legisladores que no presentaron su declaración patrimonial. Al preguntarle sobre el particular, el contador dejó en claro:
"Fíjese que mi declaración patrimonial no la presenté en tiempo y forma, pero antes de que termine la primera quincena de diciembre la estaré presentando. Es la primera vez que estoy inmerso en estas responsabilidades y, lamentablemente, no la cumplí a tiempo".
-¿No sabía?
­-Fíjese que no. No sólo lo desconocía, sino que aparte no sabía qué compleja es. Pero, repito, ya están trabajando mis contadores para poder presentarla.
­-¿Usted de dónde es egresado?
-­Yo soy egresado del Tec deMonterrey.
­-¿Y sus hijos, estudian en escuelas públicas?
­-Estudian en escuelas privadas, y me encantaría que todos estudiaran en escuelas que tuvieran mejor capacidad.

Inseguridades y cáteteres

Estoy rompiéndome la cabeza con la introducción de mi tesis doctoral, que debí haber terminado hace aproximadamente... año y medio. Trabajo también en los dos siguientes capítulos, pero quisiera ya dar por cerrada de una buena vez por todas la introducción. Ya tengo todo masticadito y resuelto, pero tengo dos problemas bastante tremebundos:

a) Me llega la idea de que lo que digo no le interesa a nadie, porque si lo que digo fuera interesante, ya habría sido dicho hace muchos muchos años. Me parece que me dedico, en realidad, a profundizar en bagatelas y especulaciones sólo posibles en quien se quiere trepar (o se ha trepado ya) a una torre de marfil.

b) Me tardo mucho, porque escribo en alemán y es un idioma canijo, la verdad. Y lo peor es que la historia es una narración de lo que pasó, por qué pasó y qué pasó después de lo que pasó (no hablo de esa mafufada de la filosofía de la historia, sino del análisis de causas, motivos y consecuencias de un evento concreto). Y cuando narras historias (¿cuando historias narrativas?) hay que hacerlo de manera interesante y atractiva, no nada más formular secuencias de frases escuetas con sujeto-verbo-predicado-punto, sujeto-verbo-predicado-punto, etcétera. El estlio puede y debe ser casi literario. Quien haya leído a Eric Hobsbawm, por ejemplo, sabrá a qué me refiero. Y hacer metáforas, trazar paralelismos, hacer juegos de palabras se me complica horrores en alemán. Para qué me hago sope: no domino este idioma.

En una ocasión dediqué como hora y media a una metáfora de medio renglón. Al final estaba yo exultante, y cómo no habría de estarlo: ¡mi primera metáfora en alemán!. Orgulloso y contentote, se la enseñé a mi esposa (cuyo idioma materno sí es el alemán). La leyó, me miró y dijo: "está feísima. ¿Quieres que te corrija el párrafo? Tú dime qué quieres decir y yo lo escribo". Zaz. El gozo se me fue a los talones y adiós metáfora, adiós hora y media invertidas, adiós ánimo. Después hube de aceptar que Jeanne tenía razón: la metáfora era entre la iglesia ortodoxa y un cáteter.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Inauguración oficiosa de un hueco

Estimados despistados con tiempo, fardos irredentos y curiosos del quehacer ajeno:

Hoy tengo el dudoso placer de inaugurar este maldito blog. Yo sólo quería mandar un mensaje al blog de un tipo que conozco, pero resultó que tengo que abrir un blog para ello. Pues bueno, el hoyo que habrá que ver cómo buena parte de mis horas se pierde en la obscuridad de sus entrañas (uy) abierto está.

Acá escribiré una que otra vez sobre ajedrez, política, comida y sobre las horrísonas y malolientes cuitas de un doctorante (dizque así nos denominamos ahora) escéptico ante todo pero sobre todo ante la utilidad de su propio doctorado.

¡Salud, y que el último en huir cierre la puerta... y me regrese la billetera!