jueves, 15 de marzo de 2007

Una de la cal por otra de arena

Primero lo primero y eso es, por el momento, el hecho de que sí me prolongaron la beca, por seis meses. Sí termino el doctorado en ese tiempo, pero los trámites (que imagino medio complicadones), por no hablar de las correcciones, me llevarán definitivamente más tiempo.

Lo más peliagudo ahora es la extensión del trabajo. Yo quería hacer algo muy compacto, de algo más de cien páginas, pero parece que a mi profesor le gustan las tesis extensas, de entre 300 y 400 páginas. El tema al que me dedico da para eso y más, cierto, pero habrá que tener cuidado con no caer en simple rollo. Habrá que desarrollar todas las ideas pero sin perderse en una selva de pequeños detalles. La crítica a la modernidad y Rusia es un tema amplísimo y que fácilmente puede salir de las fronteras de lo histórico para entrar en la filosofía de la cultura. Y aquí sí que entramos en lo meramente especulativo, que no me gusta mucho que digamos. Pero de que salen 400 páginas, salen.

Lo menos importante pero más desagradable fue la paliza que me dieron el domingo 11 de marzo en la séptima y antepenúltima ronda del campeonato de Berlín por equipos. Si nuestro equipo ya no aspiraba a ganar, por lo menos podíamos aún hacer un excelente papel. Pues perdimos y estamos de nuevo en "-1", con tres enfrentamientos ganados y cuatro perdidos. Nuestro verdugo fue el equipo "Queer Springer", que es de los fuertes aunque no el mejor.

Y eso que de nuevo ganamos por default en el primer tablero. En el segundo volvió a perder Georg, quien parece estarse desinflando. Empezó meteóricamente, con 3 de 3 y luego 3.5 de 4. Ya perdió tres partidas consecutivas y quedó en el 50% de los puntos posibles. En el tercer tablero perdió, también de nuevo, Mijaíl Savlin, que está jugando francamente un mal torneo (como muchos de nosotros, por cierto). Lleva 2.5 de 7 posibles y aunque no está nada contento, no pierde la presencia de ánimo. Tiene un hijo de unos cuatro años, simpatiquísimo. En el cuarto ganamos y Grigori Gorodetsky se confirma como uno de los pilares del equipo. Si en la ronda pasada le regalaron una torre cuando Grigori bien podría haberse rendido, ahora ganó bien. Lleva 4 de 6 puntos posibles. Aleksander Ardemann ganó en el quinto tablero y alcanzó el 50% de los puntos y se va recuperando. Ojalá gane las dos últimas partidas. Es un jugador muy interesante: casi siempre obtiene posiciones medio dudosas, luego pierde o sacrifica muy especulativamente uno o dos peones (a veces una calidad incluso), y luego complica el juego para terminar ganando. Lástima que no pude ver cómo ganó esta vez, porque me quedé en que tenía peón de menos, peón aislado en d5, el alfil malo (era la única pieza menor que quedaba, contra un alfil de distinto color) y su torre en d8 recargándose en su propio peón de d5. Su única pieza activa era su dama. Pues jugó Rh8 y acto seguido f5, luego f4, complicó y ganó. Ver para creer.

En los dos últimos tableros sufrimos dos decepciones. En el octavo perdió un suplente. Bueno, ya ni modo. Pero en el séptimo entabló otro suplente que, para mi gran decepción, se presentó en lugar del señor Leonid Zaydentreger, que llevaba 0 de 6. Yo esperaba presenciar una caída de magnitudes bíblicas, una tragedia cuasishakespeareana al ver a un jugador perder de todas todas, pero naranjas. O se enfermó o se hartó de las surtidas que le recetaban sus rivales, pero Zaydentreger no jugó y ya no podrá quedar en 0 de 9. Otro punto culminante que se nos fue.

Yo, en el sexto, pasé la vergüenza de perder por tiempo en la jugada 27. En posición deshauciada, además. Hacía muchos torneos y varios años que no perdía contra una Najdorf, pero ahora caí, y lo hice estrepitosamente. Lo más doloroso fue que en los momentos claves de la partida elegí mal. Ni calculé, simplemente miraba el tablero y de manera totalmente impulsiva hacía una jugada, confiando en que "de alguna manera ya terminaré ganando". Fue un suplicio. Otro detalle desazonador: mi repertorio de aperturas es casi prehistórico: mi obra de referencia es el libro de la defensa siciliana, variante Najdorf, de la colección Escaques, editorial martínez Roca, de 1972. Ese libro es más viejo que yo. Y más flaco. Con razón perdí. Mi rival, Olaf Eberhardt (2105 Elo, 2070 ráting alemán) jugó bien, pero tampoco le exigí demasiado. Se limitó a castigarme con rudeza y exactitud por mis idioteces.

Manuel García-Olaf Eberhardt
1. e4 c5; 2. Cf3 d6; 3. d4 cd4; 4. C:d4 Cf6; 5. Cc3 a6 Aquí descansé. Cualquier otra variante de la siciliana se me indigesta mucho más que la Najdorf. 6. Ag5 e6; 7. f4 Ae7; 8. Df3 Dc7; 9. 0-0-0 Cbd7; 10.Ae2 ... Mi variante favorita. Con esta línea, que no es la principal, he ganado cuatro partidas y empatado dos. Jamás he perdido y en las que empaté lo hice desde la posición de fuerza. Pero eso siempre ha sido después de la réplica 10. ... b5. Ahora, en cambio, mi rival jugó
10. ... 0-0

García - Eberhardt luego de 10. ... 0-0

Aquí se me acabó la teoría. Creía que el enroque negro estaba refutado, porque las negras caían bajo un ataque demoledor. El problema consistía en que ni recordaba la supuesta refutación, ni veía cómo demonios podía desatar un "ataque demoledor". Esta partida se jugó en Berlín, aunque tengo muchos de mis libros en Bonn, ciudad en la que vive y trabaja Jeanne y en la que está lo que podemos considerar nuestro hogar. Pues en Bonn tengo mi librito de la colección Escaques sobre la variante Najdorf. Hace como una semana pude por fin conslultarlo y oh decepción: no hay refutación contra esta jugada. De hecho, ni se menciona. Conclusión: perdí como 20 minutos intentando recordar algo que jamás he leído y buscando lo que no existe (si de veras existe, avísenme compadres)


El blanco tiene muchas jugadas, pero las más agresivas y coherentes deben ser 11. g4 y 11. Dg3. Estuve pensando esta última, para a 11. ... b5 seguir con 12. e5 de5; 13. fe5 C:e5 (13. ...D:e5? 14. Cc6) 14. Af3 (14. Af4 Ad6 y aguas con la amenaza 15. ... Cd3+) 14. ... Ta7 (me parece mejor que 14. ... Tb8, porque la dama queda protegida y además no queda en la foto del alfil que a continuación irá a f4) 15. Af4 Ad6 y ahora falla el golpe 16. Cc6 por el contragolpe 16. ... Cd3+ y ganan las negras. Por eso tendría que seguir con 16. Cde2 (para defender el alfil de f4 y además para eliminar mediante T:d6 uno de los pilares del caballo de e5), pero luego de 16. ... b4 ya me empecé a hacer bolas en mi análisis y decidí que mejor nanay, que eso estaba ya demasiado complicado para mi escueta capacidad de cálculo. De hecho, sigo sin saber si es una buena continuación o no. Podría seguir en efecto 17. T:d6, pero el negro quita su pieza atacada matando, con 17. ... C:f3, y no veo destapones útiles con la torre de d6. Si tomo 18.T:e6 el negro se carcajea con 18. ... Da5, y tengo dos piezas atacadas, y si abro la columna g con 18. fg3 podría seguir 18. ... Ch5 o incluso 18. ... bc3. Son posiciones buenas para analizarse con algún programa y preparar la variante para futuras batallas, pero sobre el tablero ya estaba haciéndome la vida de cuadritos. Otra conclusión: debo mejorar la calidad y profundidad de mis análisis.


Me decidí, pues, por 11. g4, con la nada sutil idea de atacar duro. Mi rival continuó con 11. ... b5 y aquí yo ya estaba tan obsesionado con el sacrifico de peón en g5 que ni siquiera consideré la posiblidad de ganar tres piezas por la dama. Y empleo el verbo "ganar" porque me gusta mucho jugar con tres piezas contra dama. Creo que sólo gracias a situaciones concretas y aleatorias (un peón o peones pasados, rey enemigo muy expuesto) puede una dama enfrentarse a tres piezas menores y mantener el status quo. La continuación interesante es 12. e5!?, con la idea de 12. ... Ab7; 13. ef6 A:f3 14. fe7 Tfe8; 15. A:f3 Tac8, o bien 14. ... A:h1; 15. ef8=D+ T (C):f8; 16. T:h1. En ambos casos quedaría con mis tres piezas menores por la dama, pero creo que las negras tendrían la iniciativa por sus chances de organizar un ataque rápido contra el punto c2 e incluso el peón de f4, con ideas como b5-b4 y d6-d5, antes o después de desplazar al alfil de g5 con algún h6. Como dije, esta variante también debe ser analizada, pero yo la descarté casi inmediatamente. La idea fatal ya dejaba sentir su influjo en mi juego...

12. A:f6 C:f6; 13. g5 Cd7 ;14. Ad3? ... Aparte de que pierdo un tiempo (el alfil alcanzó la casilla d3 en dos tiempos), rompo corto la acción de mi torre en la columna d, con lo que dejo volando mi caballo de d4, lo que me costará apenas unas jugadas más adelante oootro tiempo. Finalmente, si mi idea era sacrificar el peón de g5 mediante un rápido f5, no tiene el menor caso colocar a mi alfil en una posicíon desde donde la estructura de mis peones d4-f5 lo neutralizará por completo. El movimiento sería coherente si yo preparara un rompimieto con e5, para que el alfil le echara un ojo al punto h7, por ejemplo, pero no encaja nada con mi absurdo plan de juego.Una idea interesante, sugerida por Marcos Kiesekamp durante el post mortem, es 14. g6!?, con idea de atacar en el flanco de rey mucho antes de que el negro lo haga en el ala opuesta. Una posible continuación sería 14. ...gh6; 15. h4 Cf6; 16. h5 gh5; 17. T:h5 C:h5 18. D:h5. Incluso si el ataque se refuta en un análisis computarizado, sobre el tablero podría tener éxito. 14. ... Ab7; 15. f5? ... es cierto que hay una variante con la misma idea, pero es varias jugadas antes: 10. g4 b5; 11. A:f6 C:f6; 12. g5 Cd7; 13. f5 A:g5+; 14. Rb1, con ataque blanco. Vi en el sitio de internet http://www.chessbase.de/ una partida así, Bronstein-Browne, Reykjavik 1990, mencionada por Seirawan en un homenaje al recientemente fallecido David Ionovich. Además, ya recordaba haber visto la variante mencionada en el librito de la colección Escaques. Jugué 15. f5? sin grandes análisis, con la idea de que "en cuanto se abra la columna g ya veré la manera de atacar y de ganar".

Pero hay algo más. He de confesar, con gran vergüenza para mí, que subestimé a mi rival. Como tenía la idea de que era un jugador de unos 1700-1800 puntos de rating alemán, empecé a interpretar sus gestos y ademanes bajo la influencia del dicho "por la forma de agarrar el taco se note quién es tragón", y por supuesto que todo lo que yo veía, su manera de tirar, de acomodar las piezas, de apretar la palanca del reloj, etcétera confirmaban mi idea preconcebida, mi prejuicio, de que me hallaba ante un sapo. Si hubiera sabido entonces que mi rival es un experimentado jugador que acaba de regresar al ajedrez luego de algunos años de retiro y que llegó a pasar de los 2200 de ELO, no hubiera interpretado sus ademanes como los de un chapo. Yo estaba seguro de que mi rival se desmoronoraría a la primera oportunidad de ponerlo bajo presión. Objetivamente, ya debo estar perdido, porque en compraración con la línea que menciono arriba, las blancas ganan un tiempo con el aflil en d3, pero las negras ganan dos tiempos: el alfil en b7 y el rey enrocado. En pocas palabras, me embarqué en una línea muy aguda sin conocerla, con tiempo de menos y mis piezas mal coordinadas.

15. ... A:g5+; 16. Rb1 Cc5; 17. Thg1... Me pareció que, habiendo abierto la columna g, lo más coherente y correcto sería ocuparla. No he buscado alternativas a esta jugada, pero creo que tal vez no haya tirada mejor. 17. ... Af6, y touché a mi caballito de d4, gracias al cabezón de d3 (albureros, absténganse) 18. Cce2... Luego de 18. Cde2 la réplica 18. ... b4 me obligaría a 19. Cb1, con lo que mi posición ya sería francamente ridícula. Según yo, el caballo de d4 sería afianzado permanentemente por su colega de e2. Un detalle: en este momento yo ya no veía ni la próxima jugada de mi rival. No vi que 17. ... Af6 ataca una piaza desprotegida, no vi la jugada siguiente tampoco. Cada jugada del señor Eberhardt era una muy desagradable sorpresa para mí. ¿Por qué? Pues muy sencillo: por no haber analizado nada, absolutamente nada, cuando jugué 15. f5? Castigo muy merecido y espero que aleccionador también. 18. ... d5!

García - Eberhardt, tras 18. ... d5!

Esta jugada es un mazazo. Amenaza, simple y lisamente, ganarme una pieza con el doblete de e4. La respuesta obligada es 19. ed5 A:d5 Quién sabe por qué, creí que la única respuesta que tenía mi contrincante era 19. ... ed5. 20. Dh3 e5! Al principio no entendí la jugada, pero luego vi que me gana pieza: si quito el caballo sigue 21. ... e4 y el alfil de d3 está atrapado. O sea, no vi las últimas cuatro jugadas de mi rival. Una verdadera catástrofe. No me quedó de otra que jugar a la desesperada. 21. Cg3!? e4?! (bien pudo haber tomado la pieza. Tal vez se dejó impresionar por mi pseudoataque) 22. Ch5? ... (Tan deseperado estaba que ni me percaté siquiera que tras 22. Ae2 mi caballo de d4 vuelve a quedar protegido. Claro que mi posición seguiría siendo horrorosa, pero por lo menos tendría un par de amenazas contra su rey) ... A:d4; 23. T:g7+ ... Pues ya qué 23. ... A:g7; 24. f6 ed3; 25. Tg1 dc3+; 26. Rc1 Ae4! tapando todo y además atacando. Pocas veces he visto un alfil centralizado tan potente. 27. fg6 ... (T:g7+ Rh8) y no hay ataque posible alguno sobre h7, porque el tremendo alfil de e4 lo protege. Con la textual amenazo algo por lo menos: 28. Cf6 ++) 27. ... Dd6 La dama negra elimina la pueril amenaza de mate y amenaza ella misma un jaque mortal desde h6 o eventualmente desde f4. Aquí perdí por tiempo. 0-1

Dos horas para 27 jugadas apenas. Y además, vaya jugadas... Un detalle muy agradable de mi rival. Además de ser muy amable, reclamó tiempo sin alzar siquiera la voz. Siguió mi mirada (fui el primero en darme cuenta de que mi banderita ya había caído) y dijo con tranquilidad: "Zeit" (Tiempo). He visto gente que reclama tiempo a gritos, con la voz trémula de la emoción: "Zeit! Ich reklamiere Zeit!" (¡Tiempo! ¡Reclamo tiempo!). Qué desagradable. También vi a una persona reclamar, también a gritos, el punto cuando sonó el celular de su rival: "Ich habe gewonnen! Sein Handy hat geklingelt! Schiedsrichter, sein Handy hat geklingelt! Sie haben verloren! Ich habe gewonnen! Ich habe gewonnen!" (¡Gané! ¡su celular sonó! ¡Juez, su celular sonó! ¡Usted ha perdido! ¡gané! ¡gané!) ¿para qué gritan y manotean mientras buscan al árbitro con la mirada y se levantan, tropezándose con su propia silla y con la mesa, molestando y distrayendo a los demás y señalando con el índice a su rival? Con qué ansia, con qué avidez pero también con qué vulgaridad claman su punto, un punto que, además, nadie les disputa. En fin... faltan dos rondas y quiero ganarlas, para por lo menos quedar con 4.5 de 7. Bueno, si contamos que perdí una por default, quedaría con 4.5 de 8. Mal puntaje...