jueves, 27 de noviembre de 2008

El papel de México en la olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Respuesta a algunos comentarios

Antes que nada, un agradecimiento y un saludo a todos quienes se tomaron la molestia de escribir.

Ahora, a lo que truje.

Alguien cita toda la lista de rivales de cada uno de los jugadores mexicanos. Pues bien. Gilberto gana 10 puntos Elo. Espinosa pierde 1 ó 2 nada más. Además hizo 6 de 10 puntos posibles. Todos los demás no pasaron del 50% de los puntos y todos pierden Elo; unos más, otros menos; pero todos pierden.

Corolario: son los dos veteranos del equipo los que dan la cara. Los demás decepcionaron. De nueva cuenta, unos más, otros menos.

Luis Fernando Ibarra en efecto tiene futuro y ha derrotado grandes maestros. Pero en la Olimpiada no lo hizo y estuvo lejos de obtener norma alguna. No se trata de pegarle de vez en cuando a algún GM, sino de hacerlo regularmente. Hizo 5 de 10. La mitad. Medio punto menos de lo que su rating indicaba. Por eso perdió puntos rating. Sigue siendo de los mejores juveniles del país y por eso lo que le sucedió en su debut olímpico no es tan grave. Pero insisto: perdió rating.

Capó sí derrotó a un GM, pero luego perdió contra un rival muy inferior y empató contra un nicaragüense de como 2100. Al igual que Ibarra, obtuvo apenas la mitad de los puntos: 4.5 de 9 posibles. Ni en esta olimpiada ni en la anterior jugó por encima de su rating. No descoyó.

El maestro internacional Benjamín Góngora da motivos para que se discuta la política de la FIDE de "abaratar" los títulos de MI. En México se jugaron varios torneos en los que todo aquel que lograra cierto número de puntos obtenía el título de MI. Sin importar qué lugar se ocupara en la tabla final. Sin importar el rating promedio de los rivales. Sin importar si, de hecho, entre todos los rivales se encontraba aunque fuera un sólo MI.

Por eso en México tenemos dos clases de MI. Por un lado, los MI de edad media o madura, de 2350 para arriba, que hicieron las normas bajo condiciones exigentes (Espinosa, Martín del Campo, Russek -semirretirado-, Almeida, Aldama e incluso Escobedo); otros son jóvenes talentosos (como los mismos Ibarra y Capó y ojalá pronto Guillermo Domínguez).

Por otro lado, tenemos a MIs que fluctúan entre los 2300-2150 (!) y que pierden con los MIs anteriores con mucha mayor frecuencia que con la que los derrotan. Estos MIs apenas y meten las manos cuando juegan contra un GM. Llegan a ganar ante un GM de vez en cuando, pero casi de chiripa. En pocas palabras, tienen el nivel de un Maestro Fide promedio.

Otro punto que se mencionó: que los GMs mexicanos están lejos de los 2600 y que no son tan buenos. Vale: no son la élite mundial. Pero si exceptuamos a Espinosa, le sacan entre 150 y 200 puntos al resto del equipo: vean la diferencia de rating entre Gilberto y los demás integrantes del equipo.

Que si los GMs no quisieron jugar un selectivo. Juan Carlos, Gilberto y Espinosa lo jugaron (y, por cierto, estos "eternos olímpicos", como alguien los llamó, coparon los tres primeros lugares). José González vive en España y ahí trabaja de entrenador. Tendría que haberse pagado el vuelo a México, el hospedaje, alimentos, demás gastos y otro vuelo, de regreso. Insisto: es claro que no es de la élite mundial, pero es claramente de los cinco mejores ajedrecistas del país. En sepptiembre, poco después del selectivo en México, jugó un torneo round robin y quedó empatado en primer lugar contra una oposición promedio de 2535. Añadió 14 puntos Elo en su cuenta, actualmente de 2508. Pero claro, el GM José González no quiso jugar un torneo selectivo, entonces, por quién sabe qué extraña maroma lógica, no queda dentro de los mejores del país. ¿Es así en todos lados?

Veamos. el armenio Aronian vive en Alemania, no juega los campeonatos ni selectivos de su país y no por eso lo botaron del equipo. el búlgaro Topalov vive en España, hace muchos años que no juega el campeonato de su país ni selectivo alguno y lo convocaron a la olimpiada. Leko hace mucho que no juega los campeonatos de su país ni selectivo alguno y lo convocaron a la olimpiada. el indio Anand vive en España, no juega los campeonatos de su país ni las olimpiadas porque no quiere, pero hace dos años en Turín quiso jugar en la olimpiada y lo hizo, sin necesidad de jugar ningún selectivo. Ni Short, que vive en Grecia, ni Adams juegan el campeonato británico ni selectivo alguno y fueron convocados a su selección. Gelfand no juega ni el campeonato de su país ni selectivo alguno y fue a la olimpiada. El español Shirov vive en Letonia, no juega el campeonato español ni selectivo alguno y fue a la olimpiada. Y un larguísimo etcétera. Los mejores de cada país no juegan selectivos, porque ya se sabe que deben ser seleccionados.

Ah, pero en México sí. Como son grandes maestros de 2540-2550 y no de 2600, pues que queden fuera de la selección y mandamos jugadores de 2280.

Si el papel de la selección fue mala a secas, como opina alguien que mandó un comentario al post anterior o Marcos Iván Quintana en su buen blog, a pesar del buen desmpeño de Gilberto Hernández, entonces el resto del equipo contrarrestó esta buena actuación de Hernández. Es fácil darse cuenta de esto. Más fácil aún es, por eliminación, darse cuenta de dónde, en qué tableros, se anduvo fallo.

Por último: no se trata de criticar a los jugadores ni a la selección para simplemente darse el gustazo de hacerlo, porque no causa ningún placer, créanme. Placer el reproducir algunas buenas partidas de la seleción en la olimpiada de Calvia o en la de Turín. Nadie duda de que los seleccionados hicieron en Dresde lo más que pudieron una vez sentados ante el tablero. El problema es que la federación decidió dejar fuera a quienes pueden hacer más. Ahí está el quid del asunto. Y atrás de él, viene toda la discusión sobre la organización del ajedrez nacional.

martes, 25 de noviembre de 2008

México en la Olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Consideraciones finales

México terminó la olimpiada con 11 puntos de 22 posibles. La mitad. En resultados individuales, que era como antes se llevaba el puntaje de las olimpiadas, México logró 23.5 puntos en 44 partidas disutadas; o sea, un resultado de +3. Esto es, ganó tres partidas más de las que perdió.

En la lista de sembrados, arriba de México estaban arriba los siguientes países latinoamericanos:

Cuba (16, 2626 rating promedio); Argentina (31, 2572); Perú (56, 2475, pero no jugó); Brasil (58, 2460); Colombia (59, 2459) yVenezuela (60, 2444).

Inmediatamente después de México (sembrado 63, 2423) seguía una serie de países latinoamericanos:

Paraguay (64, 2415); Ecuador (65, 2408) y Costa Rica (66, 2403)

O sea, cinco países estaban arriba de México (Cuba yArgentina despegados del resto, Brasil Colombia y Venezuela que estaban sembrados muy parejos con México), tres eran vecinos inmediatos de México en los pisos inferiores del sembrado.

Al final, arriba de México quedaron Cuba, Paraguay, Colombia, Brasil, Venezuela, Costa Rica, Argentina y Ecuador. Ocho países. Cierto es que Venezuela, Costa Rica, Argentina y Ecuador empataron en puntos -11- con México, y quedan arriba por sistemas de desempates. Pero entonces añadamos a la lista de países con 11 puntos a El Salvador.

Con esto, la selección olímpica cerró en el lugar 74, cuando era era la sembrada 63. Nominalmente, no quedó tan mal, sobre todo si consideramos que, en realidad, empató del lugar 64 al 81.

Pero si consideramos que le tocó jugar contra un equipo de turistas (Islas Vírgenes Británicas, sembrado 137, rating promedio de 1952; con segundo y tercer tablero de 1812 y 1679 respectivamente, y un quinto sin rating), con uno de improvisados (Afganistán, sembrado 123, 2095 rating promedio; con un primer tablero sin rating y un segundo tablero de 1881) y con un tercero de aficionados (Trinidad y Tobago, sembrado 111 y 2173), la calificación que debemos dar al equipo nacional baja considerablemente. Nicaragua (101, 2238) demostró tener más nivel que estos tres equipos mencionados, porque, como ya mencioné, empató en puntos con México. Y le sacó el empate a México en el enfrentamiento individual.

GM Gilberto Hernández (2549):
Hizo la diferencia en el único enfrentamiento contra un rival superior en el que se obtuvieron puntos: Brasil. Contra Argentina, otro rival al alcance, logró derrotar al primer tablero, el GM Rubén Felgáer (2591 de rating que se aventó una olimpiada infumable). Perdió una partida con algunos altibajos contra Navara y, en general, lo único rescatable del equipo. Logró 5.5 de 7 posibles (+5-1=1) contra una oposición de 2128.85 rating promedio. Si eliminamos al afgano sin rating, Gilberto logra 4.5 de 6 contra una oposición de 2483.66, lo que corresponde a un rating actuación de 2559. Gana 10 puntos elo.

MI Luis Fernando Ibarra (2389):
El campeón nacional juvenil hizo en su debut olímpico el 50 por ciento de los puntos: 5 de 10 (+5-5=0) contra una oposición de 2330.7 (2331 para redondear). Su rating atuación es, consecuentemente, igual. Pierde 4.5 puntos elo, porque se esperaba que hiciera 5.45 puntos; o sea, medio punto más de lo que logró. Sólo en la última ronda pudo derrotar a un jugador más o menos de su nivel o más fuerte. Fue letal contra los aficionados pero perdía contra los fuertes. En su partida contra el GM checo Laznicka ganó un peón y obtuvo una posición ganadora; luego se dejó igualar la posición en un final, siempre con su peón de más, no supo qué hacer y terminó perdiendo. Ibarra es, como ya mencioné, campeón nacional juvenil y por ello le dieron su plaza en el equipo. Su actuación, ligeramente decepcionante, no justificó esta política.

MI Rafael Espinosa (2412):
El veterano de las olimpiadas (jugó su décima olimpiada), quedó con un resultado de +2; o sea, 6 de 10 posibles (+5-3=2). Perdió inesperadamente contra el segundo tablero nicaragüense Félix Espinoza (2258) y en gran medida por ahí México perdió el punto. Arrancó con una genialidad táctica medio punto al GM iraní Elshan Moradiabadi (2499) en una partida que tenía perdida y otro medio punto al MF brasileño Felipe de Cresce El Debs (2447 pero que hizo un rating actuación de 2590) en un final de torres que debió haber terminado en tablas. Por eso en parte se rehabilita de su cero ante el nicaragüense. En las demás partidas, perdió ante los fuertes y ganó a sus inferiores, aunque dejó ir vivo a su rival afgano, de 2207 puntos Elo. Por sus 6 puntos de 10 ante una oposición promedio de 2288.1 (el turista surcoreano de 1881 Elo le hecha a perder este rubro) logra un rating actuación de 2360. Baja apenas 1.5 puntos Elo, lo que demuestra que se mantuvo dentro de sus espectativas. Hace dos años en Turín, con un rating de 2380, Espinosa logró 4.5 de 8 (+3-2=3) en el cuarto tablero contra una oposición de 2344, lo que equivale a un rating actuación de 2387. Podemos decir que en Dresde jugó ligeramente peor.

MI Benjamín Góngora (2281):
El segundo debutante del equipo, Benjamín Góngora, fue el eslabón más débil del equipo en todos los sentidos: el de peor rating actuación, el que menos puntos aportó, el que más pepinos encajó y el que menos partidas ganó. Obtuvo 2.5 puntos de 8 posibles; o sea, un resultado de -3 (+2-5=1) ante una oposición de 2319.25, lo que equivale a un rating actuación de 2178. Más de 100 puntos menos que su rating oficial. Empató ante el nicaragüense Jorge Picardo (2219), contra quien estuvo primero ganado y luego perdido. Derrotó al turista de Islas Vírgenes Británicas (Maurice Lettsome, 1812 Elo) y al aficionado Eddison Chang (Trinidad y Tobago, 2056). ¿Fue hasta Dresde para obtener semejantes triunfos? Que mejor se meta a primera fuerza al nacional abierto y listo. Perdió contra todos los demás, a veces sin meter siquiera las manos. Y cuando las metía, perdía de todos modos. Se esperaba, según su rating y el de sus rivales, que obtuviera 3.5 puntos. Pierde 15 puntos de rating.

MI Uriel Capó (2340):
En su segunda participación olímpica, Capó hizo el 50% de los puntos, 4.5 de 9 posibles (+3-3=3). La oposición que enfrentó tenía, en promedio, 2260,66 (2261 redondeando). Su rating actuación es por lo tanto también de 2261. Se esperaba que lograra 4.71 puntos, lo que en términos prácticos es por supuesto imposible (o se obtienen 4 ó 4.5 puntos obviamente, pero no 4.71). Pierde 3 puntos de rating. Participó según su nivel. Fue el único, aparte de Gilberto, en derrotar a un GM: su víctima fue el GM iraní Shojaat Ghane (2458), pero su actuación se enturbió con su derrota ante el MF afgano Zaheeruddeen Asefi (2172 Elo). En su olimpiada anterior, Turín 2006, Capó, entonces un MF de 2357 Elo, hizo 4.5 de 7 posibles (+3-1=3) como sexto tablero (segundo suplente) ante una oposición promedio de 2217, lo que representó un rating actuación de 2319. Entonces, en su debut, no impresionó. Ahora se puede decir que decepcionó un poco.

Para concluir, una disgresión. Hubo un debate en México por las plazas en el equipo olímpico. Hubo voces en contra de que se se convocara a quienes no participaron en el selectivo. "Los eternos olímpicos", creo que llegó a llamarlos alguien. "Dedazo", acusaron otros. "Los viejos acaparan los lugares", arguyeron terceros.

Pues bien. En Dresde, los mejores jugadores de México fueron los de mayor edad: Gilberto Hernández (que destacó) y Rafael Espinosa (que se mantuvo dentro de su nivel). Los demás, jovenes todos ellos con la excepción de Góngora (es que Benjamín Góngora es un caso aparte), no cumplieron con las expectativas. Si la federación nacional de ajedrez hubiera convocado a los cuatro grandes maestros mexicanos en activo (Sisniega lamentablemente ya no juega, y el adverbio lo uso en serio), no hubiera sido dedazo, sino reconocimiento a su indudable supremacía sobre el resto de los ajedrecistas mexicanos. Los únicos que se les acercan, curiosamente, son algunos de los MIs de verdad: Espinosa, Martín del Campo, Aldama, Almeida. Los jóvenes han demostrado que todavía no están en condiciones de desplazarlos. Los MIs de normas rebajadas, como muestra esta olimpiada, a veces no pueden ni con turistas.

Caso aparte es el de Manuel León Hoyos. Siendo por su edad uno de los jóvenes, ya se unió al grupo de los Grandes Maestros mexicanos. Que los demás jóvenes sigan el ejemplo y con su nivel y con su trayectoria se ganen una plaza en el equipo olímpico. Pero no clasificando en un único selectivo. Ya vimos cómo sí existen los burros que han tocado la flauta.

Dedazo hubiera sido, sin justificación alguna, designar jugadores que no lo merecen ni lo han ganado según el nivel demostrado en los últimos dos años. Haber enviado a Juan Carlos González, Gilberto Hernández, Manuel León Hoyos y José González a Dresde no hubiera sido dedazo, sino lo único consecuente.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Adivinanza olímpica

Adivina adivinador.

Primero, los hechos:

Novena ronda de la olimpiada de ajedrez Dresde 2008.

Afganistán, clasificado 123 de un total de 154 equipos registrados y con un rating promedio de 2095 le pasa por encima a México, clasificado 63, 2423 rating promedio.

Décima ronda. Paraguay, clasificado 64 (¡abajito de México!), rating 2415, aplana 4-0 a los afganos.

Ora sí, las adivinanzas:

¿Por qué la ronda contra Afganistán no fue un regalo para los mexicanos, como sí lo fue para los paraguayos?

¿Esta selección nacional mexicana sí es una selección; es decir, al formarla se seleccionó a los mejores?

¿Habrá mandado la federación nomás a los primeros lugares de un único torneo, más al ganador de un nacional juvenil a seis rondas, que terminó antes de que los líderes jugaran entre sí y en el que además hubo un empate múltiple para el primer lugar, pasándose así por el arco del triunfo la trayectoria de los ajedrecistas mexicanos en los últimos dos años?

Si usted cree que soy un francotirador que le tira a todo, que hago leña del árbol caído o que soy amarillista, regrese al inicio de este mensaje:

Afganistán, país en guerra civil, ocupado por tropas extranjeras y de los más pobres del mundo, lugar 123 de la olimpiada, derrota a México, lugar 63, país cosede del torneo de Morelia-Linares, del Carlos Torre in Memoriam, por 2.5 a 1.5

Siguiente ronda: Paraguay, lugar 64, aplasta Afganistán 4-0

Si lo quieren, peladito y a la boca:

Afganistán 2.5-México 1.5
Paraguay 4-Afganistán 0

Lo más absurdo y cobarde sería el intento por tapar el sol con un dedo escribiendo ¡Sí se se puede! ¡Adelante, muchachos! ¡Confiamos en ustedes!, porque es evidente que algo huele a madres en la organización del ajedrez mexicano.

Amarilista la realidad, no este blog, que a los hechos se remite.

jueves, 20 de noviembre de 2008

México en la Olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Séptima ronda

Otra blanqueada más al equipo mexicano. Ni la presencia del GM Gilberto Hernández nos ayudó, por la simple razón de que enfrente se le sentó David Navara (2633), un GM tan talentoso como enigmático que si no se ha logrado afianzar en la élite, a la que ronda desde hace un par de años, es por su manía de buscar soluciones tácticas a todo tipo de problemas y tareas ante el tablero. No sé si en ello influya su mal psicológico y ni siquiera sé si tome medicamentos: es neurasténico diagnosticado.

En la partida se notó esta tendencia a los martillazos tácticos de Navarra. Me parece que Gilberto se equivocó de torre al jugar 17...Tae8, porque la disposición de los peones blancos en el flanco de dama ya parecen indicar que por ahí se abrirá una columna. Fíjense cómo Navara inmediatamente capitaliza el yerro cerrando el centro con 18. e5!. Si las negras quieren liberarse, deben jugar tarde o temprano f6, que fue lo que sucedió en seguida: 18... f6. Pero tras 19. ef6 A:f6 siguió 20. Ah3!, atacando todo un complejo de debilidades en el campamento negro: el peón e6, el caballo d7 y hasta el rey de g8, que podría caer bajo jaques. La torre de e8 queda inmovilizada defendiendo el peón e6, pero deja fuera de juego a su colega de f8. Y mientras las torres quedan varadas una en el centro y otra en el flanco de rey, se abrió la columna "c", cosa que Gilberto prácticamente provocó con 21...Da6. Y tómala barbón.

En el segundo tablero el MI Luis FernandoIbarra Chami perdió contra el GM Viktor Laznicka (2591) una partida que, tras el primer vistazo, me pareció delirante. Habrá que verla con detenimiento.

En el tercero el MI Benjamín Góngora se arrojó solito y de cabeza a un pozo al aceptar entrarle a un gambito antimoscovita contra el GM Vlastimil Babula (2608). Babula juega en la Bundesliga alemana por el Werder Bremen (campeón hace como dos temporadas) y por lo menos también en la liga austriaca. Babula es un profesional en el sentido completo de la palabra y sabe muy bien lo que es preparar una apertura repleta de variantes forzadas. Error del jugador y del capitán del equipo nacional. Por lo menos hasta la jugada 16 todo fue teoría. Veamos: Benjamín eligió la relativamente rara 13... Tg8. Como no tengo ni base de datos ni programas, ni sé hasta dónde va la teoría de esta variante, que ni juego ni conozco, busqué en la base de datos pública de ChessBase y sólo hallé dos partidas con esa jugada. En la más reciente, jugada este año, el duro GM Rafael Leitao ganó con blancas. Mal signo. Leitao jugó 14. Tad1, pero Babula se decidió por la misma casilla pero por la otra torre: 16. Tfd1, y luego de un par de jugadas típicas de la variante (14... C:e5 15. A:e5 Cd7 16. Ag3), a Benjamín, por lo menos esa es mi impresión, se le acabó la teoría y tuvo que empezar a jugar solito. Su preparación teórica en la apertura le alcanzó para durar 15 jugadotas más, aunque pudo haberse rendido unas cinco jugadas antes. Ya su 16... Ag7 no me convence. ¿Qué ataca el alfil? ¿Y la torre de g8, qué? ¿Y, todavía más grave, el huecote de d6? En fin, si decidió aceptar esa variante ha de ser porque la tiene aceitada. Pero la que pierde fue 23... g3, que dejó en bandeja de plata la diagonal h1-a8 al alfil de casillas blancas del blanco. Las negras ya están perdidas tras ese movimiento. El checo remató la partida con cinco madrazos consecutivos llenos de motivos geométricos. Lección para el inge Ferriz, capitán del equipo: los tableros negros de la selección mexicana no deben salir a meterse a las patadas con Sansón (2608 del GM Babula contra 2281 del MI Góngora), sino a asegurar el resultado: solidez, esquemas tranquilos y calmita, calmita ante todo: si anulas a un rival que te saca más de 300 puntos Elo, ayudas al equipo. Si éste rival se desespera y decide complicar para ganarte a cómo dé lugar, entonces ya puedes aprovechar y castigar su juego injustificadamente agresivo. Pero no puedes soñar a jugarle dizque "al tú por tú" porque en realidad no son iguales: él es un profesional de 2608 y tú un simple aficionado de menos de 2300. Punto.

En la cuarta mesa, Capó jugó de manera agresiva (no lo conozco en persona ni lo he visto jugar, pero parece de estilo pujador), quizás de manera injustificada (mucho peonazo al frente en plena apertura en el flanco de rey) pero si este juego heterodoxo le sirvió contra el GM iraní Shojaat Ghane (2408), el GM checo Jiri Stocek (2578) no se inmutó y se dedicó a abrir el juego luego de que Capó decidió no enrocar luego de haber lanzado al frente sus peones del flanco de rey. Vaya si había corrientes de aire alrededor del rey blanco, con tanto acceso abierto.

En fin, el 0-4 pronosticado.

Un detalle más: la seleción nacional en Dresde tiene un rating promedio de 2423 puntos Elo. Si hubieran ido los cuatro GMs nacionales más Ibarra (campeón nacional juvenil), el rating promedio hubiera sido de 2509,8 puntos Elo, lo que hubiera bastado para el lugar 47 inicial, ahí entre Islandia, Escocia y Alemania 3. Si sustituimos a Luis Fernando por Rafael Espinosa, que después de todo es el actual campeón nacional (torneo que ganó por delante de Luis Fernando Ibarra), el rating promedio de esta selección ideal (en todos los sentidos) sube a 2514,4 y eso los hubiera colocado como sembrados 46.

No hubiera estado mal, nada mal...

Olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Análisis de un fragmento de la partida Eva Kulovana - Yadira Hernández. Parte I I

Acabo de analizar un poco más a fondo el final de torres tras el jaque 63. Tc8+, reproducido en el último diagrama del post original - y que reproduzco a continuación - , y en efecto ganan las negras.

Eva Kulovana, 2286 - Yadira Hernández, 2228; Olimpiada Dresde 2008 (análisis)

















El chiste para las negras se reduce a tener cuidado a no meterse a casillas en las que alguno de los peones blancos corone con jaque. Por eso sería mala la respuesta 63... Rd5?, porque las blancas simplementen avientan los peones al frente: 64. g5! y ahora son las negras las que deben jugar con mucho cuidado si no quieren perder. Por ejemplo, 64... a3 (el intento por frenar los peones blancos con el rey pierde porque la torre blanca cubre las casillas de coronación: 64... Re6?? 65. g6 Rf6 66. h7 y ganan blancas) 65. g6! y ya ganan blancas. La única manera de inmovilizar los peones blancos es 64... Th7, pero esto creo que son tablas.

Si las negras deben jugar 63... Rd4 se repite la historia: 64. g5! y ahora deben empatar las negras con 64... Th7, porque si juegan a las carreras de peones creo que pierden: 64... a3? 65. g6! a2 66. Tc1 a1=D 67. T:a1 T:a1+ 68.Rg2
















Las negras pierden porque las blancas coronarán con jaque: 68... b3 69. h7! Ta8 70. g7 b2 71. h8=D. Esto mismo hubiera pasado en la variante que se inicia con 63... Rd5, sólo que entonces la jugada ganadora para las blancas sería 69.g7! (siempre amenazando coronar con jaque)

Por eliminación, pues, hemos encontrado que la jugada ganadora es 63... Rb5! Veamos qué sucede si las blancas intentan aplicar la receta de la avalancha de peones: 64. g5 a3 65. g6 a2 66. Tc1
















Ahora las negras pueden repetir el esquema que hemos visto en las dos variantes anteriores (66... a1=D), o avanzar el peón b, que podría ganar un tiempo al atacar la torre blanca (66... b3)

A. 66... a1=D 67. T:a1 T:a1+ 68. Rg2 y, en comparación con las dos primeras variantes (63... Rd5 y 63... Rd4) las blancas no coronan ningún peón con jaque. Consiguientemente, las negras pueden coronar ellas mismas: 68... b3 69. g7 b2 70. g8=D b1=D+















Soy de la opinión de que negras ganan, porque si las blancas intentan coronar de nuevo con 71. h7 las negras deben dar mate en pocas. Y no creo que haya perpetuos para las blancas. El rey negro se sesliza hacia el flanco de rey y por allá, por las columnas "g" y "h" puede encontrar refugio. Esta es una de esas posiciones que exigen un programa tipo Fritz o Rybka... en fin.

B. La segunda variante es mejor. Además, permite apreciar la ventaja de que el rey negro no esté sobre la columna "d". 66... b3 67. g7 b2















68. Tf1 a1=D 69. g8=D D:f1+ 70. R:f1 b1=D+ y las negras deben dar mate en pocas. Es importante notar que, si en las variantes que derivan de las jugadas 63... Rd5 y 63... Rd4 las negras intentaran aplicar este esquema B (el avance 66... b3), luego de 67... b2 las blancas, además de coronar con jaques (con el rey negro en d5 avanza el peón g, y con el rey negro en d4 el peón h), podrían ganar un tiempo con 68. Td1+

Este entretenido finalito me convenció de algo: necesito un programa de ajedrez. Pero fue entretenido haberlo analizado con mis ajedrecitos de viaje. Si alguien revisa estos análisis con programa y encuentra errores, por favor háganmelo saber.

Conclusión: Yadira estaba ganada.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sexta ronda olimpiada Dresde 2008, sexta ronda. Partida MI Rafael Espinosa - MF Felipe de Cresce El Debs

¡Ah cómo hacen falta de veras los grandes maestros mexicanos en el equipo olímpico! Apenas llegó Gilberto Hernández (escribo que "apenas llegó" porque sólo con su ausencia me explico el que no haya jugado en las primeras cuatro rondas) y el equipo nacional empezó a remontar posiciones en la tabla. Mejor aún, por primera vez en esta olimpiada la escuadra nacional derrotó a un equipo mejor sembrado que ellos.

México, sembrado 63 con un rating promedio de 2423, le acaba de pegar a Brasil, sembrado 58, con 2480 de elo promedio. Ganaron los veteranos del equipo: Gilberto y Espinosa, en los tableros primero y tercero, respectivamente. Además, la victoria fue académica: ganar con blancas y afianzar la victoria con negras. Así que las tablas obtenidas por Uriel Capó en la cuarta mesa aseguraron los dos puntos para México, sin que el pepino que Ibarra encajó en el segundo tablero influyera ya en el resultado.

Pasemos rápidamente los tableros que no me interesan para detenerme un poco más en el final de la partida entre Espinosa y El Debs. Veamos: Gilberto castigó el juego asaz heterodoxo de su rival y remató con fulminante ataque de mate. Capó obutvo las tablas desde una posición de fuerza: aceptó jugar con peones colgantes porque su rival se quiso pasar de original maniobrando en sus tres primeras filas y aguantando el movimiento d2-d4 hasta el límite de lo razonable. El GM Jaime Sunye Neto sí pudo hacer bolas a Ibarra Chamín con el doble fianchetto. No he analizado la partida ni conozco la teoría, pero el 10... d4 de Ibarra no me parece buena idea.

Finalmente, lo que nos interesa: la partida Espinosa y El Debs, que fue bastante igualada y sin sobresaltos hasta el final de torres, en el que el negro se desmoronó literalmente en unas cuantas jugadas.

Rafael Espinosa, 2412 - Felipe de Cresce El Debs, 2447; Olimpiada Dresde 2008 6ª ronda

Esta es la posición tras la jugada 29. h4:g5 y que marca el inicio del peón de torres. Las blancas tienen un peón de más, pero el turno corresponde a las negras, que pueden invadir la retaguardia enemiga. La ligerísima ventaja blanca, creo, se debe a que el peón de g5 puede en diversas variantes avanzar a g6 y constreñir así al rey negro y con él, todo su juego. Por lo pronto, El Debs hace todo más o menos bien:

29... Tc1+ 30. Rh2 Tc2 31. f4 T:b2 32. Te7 g6 33. Td7 Rf8 34. Rg3 d4?
Está bien que las negras quieren ganar (todos queremos), pero no están en posición de intentarlo sin correr riesgos innecesarios. Su rey está aisaldo del juego y, más que ayudar a contener los peones blancos, impulsará su avance pues caerá bajo jaques y en eventuales redes de mate. De hecho, en los finales de torres lo mejor generalmente es que el rey escolte los peones propios y que la torre contenga lo enemigos. Era preferible jugar sin truculencias y admitir las tablas (después de todo, es un torneo por equipos y se conducen las piezas negras) y jugar 34... T:a2. Cualquier captura blanca (35. T:b7, 35. T:d5) conduce a tablas. Con la del texto, El Debs queda perdido.

35. T:d4 T:a2 36. Td6 y las negras pierden material 36... Tb2 (36... Rf7 37. Td7+) 37. T:g6 a5 38. Th6 y resulta que antes de que las negras coronen, su rey puede recibir mate.

38... Rg7 Acelera el final - el rey se pone bajo los golpes de los peones blancos - pero en realidad todo pierde:

A. 38... a4 39. f5 a3 (39... Tb5 40. Rg4 Tb2 [40... Tb4+ Rh5] 41. f6! Rf7 42. Th7+ Re6 43. f7! Re7 [43... T:g2+ 44. Rf3 Tg1 45. Rf2 T:g5 46. f8=D Tf5+ 47. D:f5+ R:f5 48. T:b7 ¡Qué bonito!] 44. g6! T:g2+ 45. Rf5
y el rey blanco se zafará de los jaques. Luego las blancas jugarán Th7-h8 y si las negras colocan su torre en la columna "f" para evitar la coronación, las blancas juegan Th8-e8+ obligando al rey blanco de ceder el control del punto f8: Tf2+ 46. Re4. Si, en cambio, intentan coronar, creo que caen bajo ataque de mate. Por ejemplo: 46... a3 47. Th8 a2 48. g7! a1=D [48... T:f7 49. g8=D g1=D 50. Dd8+ Re6 51. Te8+ y mate a la siguiente] f8=D+ y ganan blancas) 40. g6 a2 (40... Rg7 41. Th7+ Rf6 42. Tf7+ Re5 43. g7) 41. f6 Re8 42. f7+ y aunque no coronen con jaque, las blancas deben dar mate al rey enemigo: 42... Rd7 (42... Re7 43.Th8 y blancas coronan con jaque, ganando) 43. f8=D a1=D y ahora debe haber algún jaque que lleve a mate forzado. Quien tenga Rybka o Fritz podrá hallarlo en un segundo.

B. 38... Rg8 39. f5 Tb3+ 40. Rg4 Tb2 41. f6! (T:g2+ 42. Rf5 y pelas) 41... Rf7 42. Th7+ Re6 43. f7! Re7 44. g6! T:g2+ 45. Rf5 y lo mismo que en el comentario de la variante anterior: las blancas amenazan con la maniobra Th7-h8-e8+ y no hay manera de hacerle frente.

El resto de la partida fue demasiado largo; las negras podrían haberse rendido con la conciencia tranquila después de 40. f6+

39. f5 a4 40. f6+ 41. Th7 Re6 42. Te7+ Rd6 43. Te1 Ta3+ 44. Rg4 Tb4+ 45. Rf5 Tb2 46. Td1+ Rc6 47. f7 Tf2+ 48. Re6 a3 49. g6 Te2+ 50. Rf6 Tf2+ 51. Rg7 y por fin se rindieron las negras.

Bien por Rafa Espinosa, veteranazo en su décima olimpiada, que supo capitalizar el juego deshilvanado del negro en un final originalmente de tablas.

Lo dicho: los finales de torres son apasionantes.

martes, 18 de noviembre de 2008

Sorpresa ajedrecística en Ámsterdam

El mensaje anterior terminó con mi sorpresa ante la complejidad del ajedrez. Se me ocurrió analizar un fragmento de la partida entre la GM femenil checa Eva Kulovana, de 2286 Elo, y la MI femenil mexicana Yadira Hernández de 2228, jugada en la cuarta ronda de la Olimpiada que se juega ahora en Dresde, Alemania.

En mi enternecedora inocencia (me alegra mostrar restos de ella a mi edad), supuse que podría analizar sin programas tipo Fritz o Rybka el momento que según mi escuálida comprensión ajedrecística, era el culminante de la partida. Convencido de que Yadira había estado ganada en un determinado momento, decidí que, cosa fácil, analizaría este "determinado momento" y demostraría el gane con algunas variantes.

Oh sorpresa. Mis dos ajedrecitos de viaje no se daban abasto para despachar todas las ocultas y taimadas artimañas defensivas que entrañaba la aparentemente deshauciada posición blanca. Entre molesto por no haber podido demostrar mi punto y entusiasmado ante las posibilidades del ajedrez, suspendí mi anlásis en un final de torres que, según yo, deben ganar las negras.

Lo proseguiré en cuanto tenga un programa a la mano. Ya aprendí la lección y, como se dice, el que con leche se quema hasta al jocoque le sopla: aunque creo que ya despaché lo más duro del análisis, no me meto con ese final hasta que averigüe dónde y cómo se puede bajar un programa gratuito decente de la máxima malla mundial (variante en español de la www: world wide web) (a veces me paso de esnob, pero no muy frecuentemente)

En calidad de por mientras, ahí les van unas fotos interesantes. Con una pequeña historia.

El fin de semana pasado fuimos Jeanne y su servilleta, acompañados de Pamela, a visitar a una amiga mexicana que estudia música en Utrecht, Holanda. El domingo - 9 de noviembre - fuimos a conocer un poco Ámsterdam. Quien haya estado en esa ciudad habrá sin duda notado que frente a la estación central de ferrocarril, cruzando la avenida que está enfrente, comienza una calle bastante ancha y notoriamente cargada de comercios para turistas: expendios de souvenires, recuerdos, chucherías, restaurantes, cafés y negocios un poco más caros como relojerías, tiendas de ropa, artículos fotográficos y un larguísimo etcétera.

Mientras caminábamos los cuatro sin prisa sobre esa calle, vi un ajedrez en la vitrina de lo que parecía ser, y en efecto era, una tienda de tabaco de apariencia bastante exclusiva: maderas obscuras, espejos brillantes, metales bruñidos, alfombras mullidas. Alcé la vista y vi un cartel que parecía anunciar un torneo de ajedrez. Quise asomarme al local para ver de qué iba el asunto y en la entrada me topé con un cartel confirmando que por ahí se jugaba ni más ni menos que un torneo de ajedrez.

Intrigado por completo por la idea de que se estuviera desarrollando un torneo en un local tan improbable (una tienda de cigarros. Cara y lujosa, pero tienda de cigarros al fin y al cabo), entré en el local. Lo que vi al fondo del local me gustó: más maderas obscuras, más espejos brillantes, más metales bruñidos y más alfombras mullidas, separado todo esto del resto del local por una puerta y pared de vidrio. Y, en medio de todo esto, tres tableros de ajedrez. Uno de ellos, apartado de los otros dos, estaba rodeado de niños cuyas estaturas no rebasarían mi barriga, lo cual bastó para que, oh esnob de mí, perdiera todo interés en él. Dirigí pues mi vista hacia los otros dos e inmediatamente reconocí al GM holandés Friso Nijboer, batallando ante las piezas con rostro ligeramente malhumorado (Nijboer, no las piezas)

Resulta que esa tienda de tabacos - parece que se llama Hajenius - patrocinó el campeonato cuadrangular de ajedrez rápido por el título Ware Grootmeester van Amsterdam (algo así como "El verdadero gran maestro de Amsterdam"), y los participantes fueron los en efecto grandes maestros Dimitri Reinderman (2543 Elo y el número 11 de Holanda), Friso Nijboer (2540 Elo y el 12 del país), Karel van der Weide (2469 y el número 20) y Dennis de Vreugt (2435 y el 28). O sea, un torneo bastante decente.

Las fotos corresponden a la quinta y penúltima ronda, con las partidas de Vreugt-Nijboer y van der Weide-Reinderman y que fueron las que anduve pajareando unos cinco minutos:

Este fue el cartel sobre el tablero de ajedrez de la vitrina. No pude evitar el reflejo, pero quien sepa holandés podrá leer el texto sin problema.

Y este es el cartel en la entrada del local.

Esta es la vista desde fuera del local de juego, a través de la pared de vidrio. En primer plano la partida Dennis de Vreugt-Friso Nijboer, y atrás de ellos, Karel van der Weide-Dimitri Reinderman. Otro detalle: ¡había espectadores!

Detalles de la organización: las dos mesas están rodeadas del obligado cordón de terciopelo, formando lo que en México llamamos "el corral", y los relojes son tradicionales, de madera, para que hagan juego con el resto del mobiliario. Pero lo mejor es la caja de puros que se ve en la esquina inferior derecha de la foto. ¡Hasta un cenicero de mármol con un cigarro apagado y nuevecito colocaron! Sólo faltó una chimenea crepitando al lado, con un perro echado frente a ella, mirando a los jugadores y espectadores distraído, mientras bosteza.

¡Esto sí es ambiente para jugar ajedrez, señores; no chingaderas!

Resultados del torneo:

1ª ronda:
Nijboer-Reinderman 0-1
de Vreugt-v/d Weide 0-1

2ª ronda:
de Vreugt-Reinderman 1/2
v/d Weide-Nijboer 1/2

3ª ronda:
Nijboer-de Vreugt 1/2
Reinderman-v/d Weide 0-1

4ª ronda:
Reinderman-Nijboer 1-0
v/d Weide-de Vreugt 1/2

5ª ronda:
de Vreugt-Nijboer 1/2
v/d Weide-Reinderman 1/2

6ª ronda
Reinderman-de Vreugt 0-1
Nijboer-v/d Weide 1-0

Posiciones finales:

1º Karel van der Werle - 3.5
2-3º Dennis de Vreugt, Dimitri Reinderman - 3
4º Friso Nijboer - 2.5

lunes, 17 de noviembre de 2008

Olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Análisis de un fragmento de la partida Eva Kulovana - Yadira Hernández. Parte I

Las ajedrecistas mexicanas (sembradas 46 de 114 equipos registrados y con un rating promedio de 2037.8) han tenido un mucho mejor inicio de olimpiada que sus colegas masculinos. Llevan 4 de 8 puntos posibles - los hombres llevan 3 de 8 - y, lo más importante: han ganado los matches que tenían que ganar: en la primera ronda contra los Emiratos Árabes Unidos (sembrado Nº. 84) y contra Irak (sembrado 89) en la segunda.

Para contrapuntear, los hombres (sembrados Nº 63 de un total de 154 equipos registrados, rating promedio de 2394.2) fueron blanqueados 4-0 por Grecia (sembrado Nº 27) en la primera ronda y luego, en la segunda, de manera totalmente inopinada, empataron 2-2 con Nicaragua (sembrado 102). Rafael Espinosa, veteranazoMI olímpico nacional - está jugando su décima olimpiada - perdió contra Félix Espinoza (los juegos de palabras con los apellidos de ambos contendientes se sugieren por sí mismos. Por eso mismo los obviaré), que tiene 2243 puntos Elo; algo así como 169 puntos menos que el mexicano. Con todo, esta segunda ronda, decepcionante como fue, debería sabernos a gloria pues el tercer tablero nos salvamos de la hecatombe: en un duelo por demás disparejo el jugador nicaragüense Jorge Picardo, de 2219 Elo, perdonó al MI mexicano Benjamín Góngora, de 2281.

En la tercera ronda México debió encajar el segundo mas honroso pepino, ahora a manos de Irán (sembrado Nº 40): 1.5-2.5, derrota por la mínima diferencia. Nuestro quinto tablero, Uriel Capó, MI de 2340 Elo, se aventó una excelente partida con negras y derrotó al GM Shojaat Ghane, de 2408 y quien nunca pudo descifrar el heterodoxo y agresivo planteamiento del mexicano. Pero en el tercer tablero Góngora se metió en problemas, con blancas, ya en la séptima jugada. Perdió.

En fin, México pudo festejar su primera victoria con una blanqueada, ahora sí obligatoria, ante un flan: Islas Vírgenes Británicas, sembrado número 136. Hay que acotar, sin embargo, que el equipo mexicano jugó las primeras cuatro rondas sin su, por mucho, mejor jugador, el GM Gilberto Hernández. Sin sus 2549 puntos Elo el promedio del equipo cae de los 2394.2 ya mencionados a 2355.5. Ahora México se encuentra jugando contra otro equipo débil: Corea del Sur (sembrado Nº 127). Esperemos lo mejor, aunque ya vimos que no hay rival débil.

Resultado del pésimo arranque mexicano: lugar 101 (siendo el sembrado 63) tras cuatro rondas.

Las chavas, en cambio, ganaron a sus inferiores y perdieron ante sus superiores, respetando los pronósticos. Así de fácil.

Pero aquí ya hay que discriminar. El tropiezo ante Polonia en la tercera ronda fue inapelable: 0-4. El polaco es un equipo potente, peligroso no sólo contra sus inferiores sino para cualquiera; no en balde es el sembrado número 9 (de 114 equipos registrados), con un ranting promedio de 2365.4 puntos Elo.

Para la cuarta ronda las ajedrecistas mexicanas dieron una buena batalla a las checas, sembradas número 18, y perdieron por la mínima diferencia de 1.5-2.5, con todo y una victoria en el primer tablero ante la segunda jugadora checa (la primera descansó esa ronda).

En efecto, la ajedrecista mexicana Aurora Esquivel de León (MIF de 2037 Elo) le pegó a la GMF Katerina Nemcova (2369), luego de que esta última, al parecer sorprendida por el juego rectilíneo y agresivo de la primera en el flanco de dama, se dejó una pieza. No entiendo si fue un sacrificio o simplemente se le olvidó que su caballo andaba volando, pero el asunto es que perdió.
Las mexicanas que perdieron lo hicieron sin oponer resistencia (esperaba más de la MIF Alejandra Guerrero, de 2143 Elo, quien tiene más ajedrez de lo que ha mostrado hasta el momento), pero lo que me atrajo fue el duelo del segundo tablero, entre la GMF checa Eva Kulovana (2286 Elo) y la MIF mexicana Yadira Hernández, de 2228 Elo, durante muchas olimpiadas indiscutible primer tablero nacional e integrante de una familia muy ajdrecística: uno de sus hermanos es precisamente el GM Gilberto Hernández y otro es MF.

Veamos la posición tras la jugada de las blancas 53.Th5-g5.


Eva Kulovana, 2286 - Yadira Hernández, 2228; Olimpiada Dresde 2008

















Las negras tienen peón de ventaja y dos peones unidos pasados. Los peones blancos son frenados por el negro de f5. El rey negro tiene gran libertad de acción y puede apoyar activamente el avance de sus peones. Su colega blanco se ve seriemente limitado por las piezas negras. La calificación de la posición está más allá de toda cuestión: les negras deben ganar.

La partida continuó así: 53...Ta2+ 54.Rf1 Única para no perder más material 54...b4?? 55.Cd5+ Sopas 55...Rd6 56. C:b4 Td2 y poco después se firmaron las tablas.

Luego de ver esto, pensé que las negras hubieran ganado con 53...b4, porque si las blancas repiten la maniobra del doblete, pierden el caballo: 54.Cd5+ Rd6 55.C:b4 Rc5, y resulta que ahora el caballo blanco no ataca la torre negra, que a su vez le quita el punto d3, que en la variante de la partida queda libre. Yo pensaba que eso era todo, pero si nos fijamos bien, las blancas tienen un peón pasado. Este detalle, junto con el escaso material que queda, complica las cosas. No sé si con computadora se puedan mejorar las variantes que siguen, pero esto es lo que resultó tras mover un poco las piezas. Veamos:

Eva Kulovana, 2286 - Yadira Hernández, 2228; Olimpiada Dresde 2008 (análisis)

















¿Qué pasa si las blancas lanzan su peón pasado al frente, dejando al caballo en prise?
56. h5!? R:b4 57. h6 Las negras deben encontrar la manera de frenar el peón pasado blanco con su torre, porque las demás piezas, que también participaron en el cerco al caballo negro, son de piernas cortas. Pierde el inocente intento de meter la torre a la octava: 57...Ta6? 58. Th5 Td6 59. h7 y el peón pasado cuesta la torre.

Es mejor 57...Ta2+, porque el intento de quitar a las negras el ataque al peón pasado por la retaguardia con 58. Rg1?? pierde por el doblete 58...Cf3+. Pero las blancas pueden quitar al rey del jaque ganando un tiempo: 58. Re3, y ahora las negras no tienen 58...Th2 porque el caballo anda volando. Así que las negras o defienden el caballo con el rey o lo quitan.


















De las retiradas del caballo sólo podríamos tomar en cuenta 58...Ce6 ( si 58...Cc2+ entonces 59. Rf4 y las negras deben regresar: 59... Cd4 60. Re3, y a las demás jugadas de caballo las blancas juegan siempre 59. Th5!), con la idea de que, si las blancas juegan despreocupadamente 59. T:f4?!, entonces 59...Th2! y el avance de los peones blancos se vuelve lentísimo. Tras 60. Tf6, que es única para defender el peón h6, las negras pueden seguir con 60...Th1, para defender al caballo indirectamente. Luego de, por ejemplo, 61. Rf2 - para hostilizar a la torre y para quitar el rey de la foto - las negras retiran su caballo obstaculizando el avance de los peones blancos: 61... Cg5 y amenazando a su vez con avanzar el suyo de a7. Por eso las blancas deben jugar 62. Ta7, pasando a un final de torre y peón contra torre y caballo. ganar eso es imposible sin ayuda del rival.

Si las negras quieren conservar su peón a7 deberían retirar el caballo hacia el otro flanco: 61...Cc5, pero entonces las blancas ponen en movimiento sus peones: 62. Rg2! Te1(d1) (62... Th5 g4! y ya es hora de asegurar las tablas repitiendo jugadas con 63... Th4 64. Rg3 Th1 65. Th4, porque si las negras siguen jugando a ganar pueden perder: 63... Te5(d5)? 64. h7! Te8(d8) 65. g5 y creo que ganan blancas) 63. h7 Te8(d8) 64. g4 y no creo que las blancas pierdan esto.

Por eso creo que es mejor defender el cuaco con el rey: 58...Rc4.


















Una vez más, las blancas están obligadas a jugar 59. Th5, y las negras aprovechan ahora para, por fin, meter la torre a su primera fina en funciones defensivas: 59... Te2+ 60. Rf4 Te8 y ahora, ¡atención!


















Yo creía que con 61. h7 las blancas empataban: 61...Th8 62. Re5 a5 63. Rf6 (63. Th4 no recupera la pieza por 63... Rc5! con la idea 64. T:d4? Te8!, ganando la torre, pero incluso en esta variante las blancas pueden regresar a la senda de las tablas con 64. Rf6!) 63... a4 64. Rg7 T:h7+ 65. T:h7 a3 66. Rf6 a2 67. Ta7 Rb3 y, de nueva cuenta, aguas: 68. Re5?? Cc6+! y ganan las negras. Lo correcto es 68. T:a2! R:a2 69. Re5 y por fin son tablas.

Pero luego noté que tras 61. h7? las negras parecen ganar con el taimado jaque 61... Ce6+!, porque 62. R:f5? pierde por el doblete 62... Cg7+. Sólo quedaría 62. Rf3, pero tras 62... Th8 y 63... Cf8 - si es necesario -, las negras deben ganar.

Este hallazgo me hizo pensar que ya había encontrado el gane negro, pero luego se me ocurrió que las blancas pueden acercar al rey a su peón sorteando el peón negro como un barco los arrecifes, pues la amenaza h6-h7 no se irá a ningún lado: 61. Rg5! y ahora el jaque negro de caballo en e6 sí pierde el peón f5, porque el peón blanco h6 cubre la casilla g7.

¿Qué pueden hacer las negras? Si 61... a5 regresamos a la variante de tablas en laque las blancas entregan la torre por el peón negro en a2: 62. Rf6! (62. Rg6? Ce6! y ganan negras) 62... a4 63. Rg7 T:h7+ 64. T:h7 a3 65. Rf6 a2 66. Ta7 Rb3 67. T:a2! R:a2 68. Re5 y tablas. La jugada 61... Th8 es, además de horrorosa, inútil: 62. Rg6 y la cosa debe terminar también en empate. Queda el jaque de torre 61... Tg8+ 62. Rf6


















A poco no parece que a las negras se le hizo grumos el engrudo. Para mí que esto son tablas. Por increíble que parezca: las negras no ganan aunque tengan pieza de más, peón libre alejadísimo del rey blanco. Tal vez alguien con programa de ajedrez pueda analizar esta posición y ponerle un diagnóstico exacto, pero a mí me parece que esto son tablas.

Pero, ¿no que Yadira estaba ganada? ¿Pues qué pasó? Eso me preguntaba mientras movía las piezas, y se me ocurrió que no hay que ganar la pieza menor negra, sino llegar a un final de torres con dos peones unidos cada quien, con la gran ventaja para las negras de que sus peones están mucho más avanzados. La misma idea fue desprovechada por Keres en su partida de la segunda ronda del torneo AVRO contra Alekhine y que ahora intentaremos aplicar.

Regresemos a la posición inicial y hagamos que Yadira, en lugar de ganar pieza con 53... b4, regrese su peón de ventaja tras 53... Ta2+! 54. Rf1 (que fue lo que se jugó en la partida), y ahora 54...a5!


















Si ahora 55. C:f5 C:f5 56. T:f5 b4! ganan negras. Nótese la diferencia de los reyes: el negro apoya activamente sus peones, mientras que el blanco está cortado en la primera fila (por eso el jaque 53... Ta2+! es vital), en trance de que cualquier peón negro corone no con jaque sino con mate Si me cree, compruébelo usted mismo:


















57. h5? pierde en seguida: 57... b3! 58. Tb5 b2 y las blancas pierden la torre y el punto. La horrísona jugada 57. Rg2? - con la idea de despejar el punto d1 para la torre propia y quitar a la enemiga el ataque por la retaguardia desde la casilla h2 - pierde igual: 57... b3!

Lo mejor es 57. Tb5, intentando frenar el avance de los peones negros colocando la torre atrás de ellos, pero la actividad del rey negro hace la diferencia: 57... Rc6 58. Tb8 y ahora 58... Rc5!, desatando las manos de la torre y ayudando al rey a pastorear sus peones hacia las casillas de coronación.


















59. h5 pierde con rapidez: 59... Th2! 60. g4 a5! y las blancas están prácticamente en zugzwang: 61. Rg1 Th4; 61. g5 T:h5 62. g6 Tg5; 61. Ta8 b3!; 61. Tc8+ Rd4. En todas las variantes ganan las negras.

Tampoco ayuda 59. g4, porque en el final resultante tras 59... Th2 60. g5 T:h4 61.g6 Tg4 62. Tg8 b3 63. g7 b2 64. Tb8 T:g7 65. T:b2 las negras, si quieren ganar, deben mostrar cierta madurez técnica: 65... Te7!, según el excelente libro libro de finales de torre de Smyslov y Lowenfisch, ediciones Martínez Roca, colección Escaques. Si usted no lo tiene, vaya a una buen librería de viejo y consígase un ejemplar, porque ediciones Martínez Roca no publicó jamás libro de ajedrez mejor: sus libros de aperturas están rebasadísimos y las biografías de Kárpov, Kaspárov y Fischer eran una vacilada (incluso la de Capablanca, por Pánov, o la de Alekhine, por Kotov, estaban bastante ideologizadas e incluso, sobre todo la de Alekhine, falseadas), pero los libros de finales, sobre todo el de torre en cuestión, son imprescindibles.

Tal vez lo más tenaz sea 59. Rg1! que responde a un tema recurrente: privar a la torre enemiga de la posibilidad de atacar los peones por detrás. Luego de 59... a4 60. h5 las blancas logran armar una carrera de peones pasados, en la que cualquier error es fatal con la intención de pescar en aguas turbias. Sigue la variante: 60... Te2 (es hora de bajar a defender con la torre; el rey apoyará a los peones) 61. h6 Te7 62. g4 Ta7! (pero no 62... a4 63. Ta8! y el asunto huele a tablas) y las blancas tienen una celada tremenda: 63. Tc8+! (si 63. g5 entonces 63... a3 64. g6 a2 65. g7 a1=D+ y las negras ganan)


















¿Cómo ganan las negras? No es una pregunta retórica, porque me acabo de hacer bolas con mis propios análisis. No puede ser que las negras no ganen, pero este jaque (63. Tc8+) que me acabo de encontrar me mató el gallo en la mano, como se dice. La idea blanca es bajar la torre a su primera fila a entregarse por el peón negro que corone y, mientras, avanzar sus peones a la sexta.

No cabe duda de que los finales de torre son apasionantes.

Mañana sigo analizando. ¿Ideas, comentarios, mejoras a mis análisis de tablero de ajedrez de viaje? (tengo dos, en realidad, sobre el escritorio) Escriban sus comentarios.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Previo a cuarta ronda de la olimpiada Dresde 2008. Notas breves sobre equipos latinoamericanos tras una corta introducción

Pues bueno señores. Tras más o menos un cuarto de la distancia planeada, podemos aventurar algunas conclusiones:

Rusia y Armenia son, en efecto, favoritos. Morozévich en el cuarto tablero debe convertirse en una verdadera cosechadora de victorias.

A Ucrania le hace falta Ponomariov. Aunque tengan muchos grandes maestros de más de 2600, no pueden darse el lujo de renunciar a uno de 2700 y que es tenaz como él solo.

Israel resiente la ausencia de Zutovsky y Smirin.

Azeirbayán y China carecen de la suficiente estabilidad como para evitar sorpresas desagradables, pero siempre serán peligrosos. Azeirbayán por la brillantez de sus primeros tres tableros y China por la solidez y tosudez de sus jugadores.

Hungría se reforzó bastante con Leko y Polgar. Puede dar la campanada.

Cuba puede dar más de sí. Otro candidato a la campanada. Si Bruzón hubiera mantenido el nivel que tenía hace cuatro años, sería un equipo de miedo. Por cierto, parece que va poco a poco recuperando su antigua fuerza. Es un equipo que juega y deja jugar.

Todo un grupo de equipos, abajo de los favoritos, puede dar la sorpresa. Hungría y Cuba entran dentro de este grupo pero destacan sobre el resto, que estaría conformado por India, Polonia, Estados Unidos, España, Holanda.

Otros, como Georgia, Francia, Inglaterra, quedan en la parte baja de este grupo. Tienen excelentes primeros tableros, pero "la cola" no está a la altura. Muchos equipos fuertes ganan precisamente a "coletazos": los primeros tableros neutralizan a lso mejores jugadores del equipo rival y los últimos dos imponen su calidad.

Pasemos a los que truje: América Latina.

De Cuba, el mejor equipo de la región (sería el mejor del continente si no fuera por los inmigrantes exsoviéticos a Gringolandia), ya hablamos.

Brasil no mandó, ni del lejos, su mejor equipo. Algunos jugadores salen a empatar, con miedo. Ni juegan ni - según ellos - dejan jugar. Su primer tablero, Darcy Lima, es el octavo en la lista de rating (2488), y el segundo, Jaime Sunye Neto, está incluso como inactivo, con el mismo rating que Lima. Ambos son los grandes maestros peor clasificados del país. Los mejores serían Vescovi, Milos, Leitao, Fier y el legendario Mecking. La federación brasileña ha de ser un hervidero de intrigas.

Argentina envió a sus ajedrecistas con mayor rating Elo, con Rubén Felgaer a la cabeza y quien es indiscutiblemente el mejor, aunque en el primer tablero le toca recibir golpes. El segundo tablero, Fernando Peralta, es el mismo que despedazó a Ernesto Inarkiev en la copa mundial 2007 con negras sólo para darse cuenta de que sí vale la pena aprender a dar mate con alfil y caballo. Perdió por tiempo. Es interesante notar que sí salen a jugar. Confianza no le falta a este equipo. Hará un buen papel, aunque jamás será la Argentina de los años cincuenta.

Perú estaba registrado pero no llegó. Lástima. Ver a Julio Granda siempre es un placer.

El primer tablero de Venezuela, el GM Eduardo Iturrizaga (2538), es bueno en serio. Le pegó al GM croata Mladen Palac (2583) y para demostrar que no fue churro ni casualidad, aguantó las tablas con negras ante el GM holandés Loek van Wely (2618). El resto del equipo está jugando bien, sobre todo los siguientes dos tableros: el MI Johann Álvarez (2430), y su colega Rafael Prasca (2410). Johann empató con el GM croata Zdenko Kozul (campeón de Europa 2006 y campeón mundial menores de 16 años en 1982, actualmente de 2593 puntos Elo), y aguantó las tablas ante el GM holandés Jan Smeets, de 2604 Elo. Rafael, por su parte, le pegó al GM Robert Zelcic (2589) y aunque perdió contra el GM holandés Erwin L'Ami (2610), hace muy buen papel. Venezuela lleva a sus jugadores número 1,2,5,6 y 7. O sea, casi lo mejor. De los que faltan conozco al MI Juan Rohl (2411), que me ganó una partida en el abierto mexicano de Irapuato 2000. Fue una española que jugué con negras y con energía, y llegamos a una posición complicadísima en la que, apurado por el tiempo, hice una seriue de jugadas malísimas. Años después, en una base de datos, descubrí que seguimos largo tiempo una partida de grandes maestros, en la que el negro perdió por la misma idea que se me ocurrió en el apuro de tiempo.

Ecuador se bate también de manera más que decente. Su primer tablero, Franco Matamoros, no es malo, pero al igual que a Felgaer, le tocará - y de hecho ya le tocó - recibir golpes.

Colombia prescindió de su mejor jugador, el gran maestro Alonso Zapata, aunque envió prácticamente a sus jugadores mejores, todos jóvenes. Tampoco enviaron al gran maestro Gildaro García, que nació en 1954. Pero si lo dejaron en casa para dar oportunidad a las generaciones jóvenes, (el resto de los integrantes nació entre 1875 y 1986), entonces el quinto tablero, Jorge Mario Clavijo, no debiera figurar en el equipo: es de 1968 y apenas el 13 de la lista Elo colombiana. Tal vez ni Alonso ni Gildaro quisieron ir. A Gildaro lo recuerdo eufórico en la premiación de un nacional abierto mexicano que ganó y en el que derrotó al GM mexicano Gilberto Hernández en la última ronda: contó, rebozante de satisfacción, que había preparado la variante de la partida (creo recordar que fue una española en la que él llevó negras) durante seis horas. Era tan sincera su emoción que no creo que haya habido mexicano en la sala que haya podido estar molesto con él en ese momento. Hasta ahora ha jugado bien este equipo.

Bolivia padece de algo que ya mencionamos: un primer tablero bastante decente, Oswaldo Zambrana, y un equipo muy por abajo de su nivel, como sería el caso de Perú si hubiera asistido. Zambrana le saca más de 150 puntos Elo al siguiente tablero. Estos primeros tableros sufren contra jugadores durísimos y por eso nunca logran marcadores abultados, aunque nadie duda de que si jugaran en el tercero, cosecharían mucho más puntos. Oswaldo es un GM más que decente. El resto del equipo es de lo mejor que ofece el país, y el detalle excelente de mandar a la mejor ajedrecista del país, la jovencita Raisa Luna (¿se llamará así por la mujer de Gorbachov?), como quinto tablero.

Costa Rica envió a sus tres mejores jugadores en los tres primeros tableros (Sergio Minero, que sería el tercero, aparfece como inactivo). El primero, por supuesto, está ocupado por el GM Alejandro Hernández, quien ahora se dedica a sus estudios universitarios y a mejorar su nivel. La hecatombe que sufrió hace un par de años en Wijk aan Zee le sirvió mucho. De nueva cuenta, un primer tablero muy por encima del resto (101 puntos sobre el segundo, el MI Bernal González). El equipo hasta el momento ha jugado muy bien y fue precisamente Bernal quien ya do la primera campanada del equipo al echarese al plato al primer tablero sueco, el GM Emanuel Berg, de 2623.

República Dominicana tiene otro primer tablero que se despega mucho del resto: el GM Ramón Mateo (2487), que le saca 127 puntos al tercer tablero (MI Gustavo Hernández) y 142 puntos al segundo, el MI José Domínguez, responsable de otra excelente sorpresa: le pegó ni más ni menos que al experimentadísimo y durísimo GM búlgaro Kiri Georgiev, de 2645. El resto del equipo va más o menos según lo esperado. Hasta el momento, muy buena participación de este equipo.

El Salvador envió prácicamente a su mejor equipo: los cinco participantes están dentro de los primeros siete de la lista Elo. Hasta el momento se han batido con mucho decoro, e incluso el primer tablero, el MI Héctor Leyva (2399), ya dio su dentellada: derrotó al GM australiano Yuan Zhao-Zong, de 2567.

De Guatemala lo que me atrae es su primer tablero, el MI Carlos Juárez (2358). Lo recuerdo jugando un nacional abierto en México, allá a finales de los ochentas o inicios de los noventa del siglo pasado (cómo se siente escribir esto), siempre en las primeras mesas. De hecho, ganó una vez un abierto mexicano, aunque la memoria no me alcanza para recordar si jugó más de un campeonato nacional abierto mexicano. Si mis neuronas no me fallan, estaba jugando contra su colega mexicano Rafael Espinosa. Yo era muy chavo, pero lo recuerdo de alta estatura (no sé si en efecto es alto) y de rostro concentrado. Me causó impresión su gesto decidido y furibundo. Desde entonces, aunque no lo he vuelto a ver, se ha vuelto uno de mis jugadores favoritos. Obviamente no sigo sus partidas - principalmente porque no sé ni dónde se publiquen -, pero me alegro sinceramente cuando sé que ha tenido un buen torneo o que le ha pegado a un rival duro. Le saca 156 puntos al segundo tablero, el MF Estuardo Lorenzana (2202), aunque hay que decir que hay otros jugadores mejor clasificados que Lorenzana que están sin embargo como inactivos. Un papel bastante bueno para Guatemala hasta el momento. Carlos Juárez ha cubierto bien el primer tablero y los demás han jugado ligeramente por encima de lo esperado.

Honduras lleva un equipo bastante modesto y así han sido sus resultados. No han sido fracasos porque con un primer tablero sin rating internacional es casi imposible hablar de chascos incluso con resultados mediocres. Pero no hay que olvidar que Honduras, hasta el momento, no ha sido blanqueada. Curiosamente la FIDE registra a únicamente tres (¡!) jugadores hondureños como activos, y a 26 como inactivos. De los activos, sólo participa Sergio Huguet (2109) en el cuarto tablero.

Nicaragua es otro equipo modesto que sin embargo ya tuvo su buen momento con la victoria de su segundo tablero, Félix Espinoza (2243), sobre el MI mexicano Rafael Espinosa, que le saca como 169 puntos de rating y con ello obtuvieron un empate con México. Pudieron haber ganado si Jorge Picado (2219) hubiera rematado una partida llena de altibajos con el MI mexicano Benjamín Góngora (2281). El primer tablero, Danilo Canda (2289), es uno de los dos MIs del país, aunque apenas el quinto clasificado y, además, está como inactivo. Es difícil juzgar el papel de Nicaragua, pues una ronda la jugó contra Bulgaria y cualquier otro resultado que no fuera una blanqueada hubiera sido una sorpresa. No llevan a su mejor equipo, y con tan pocos jugadores de nivel esto debe ser un lujo excesivo.

Panamá es un equipo francamente modesto, con un primer tablero bastante decente, el MI Jorge Baules, de 2317 de rating. Jorge encabeza una lista Elo con sólo siete jugadores activos. El otro jugador activo es Rances Valdés (2093), en el cuarto tablero. El resto aparece en la lista de inactivos (que es de 22 jugadores), como el segundo tablero, el MF José Luis Arosemena (2201), Luis Pan (2213) en el tercer tablero y como suplente un tal Bryan Mathews, de 2032. Baules ha jugado bien, pero el resto del equipo no da para mucho más.

Paraguay lleva dos primeros tableros bastante buenos, los GMs Axel Bachmann (2555) y Zenón Franco (2501), que sobresalen sobre el resto del equipo. Axel sustituye en el primer tablero al experimentadísimo Franco, que nació en 1956 y es 33 años mayor. Pero la experiencia ha podido más y Zenón lleva 3 de 3, en tanto Axel 0 de 2 posibles (perdió contra el MF puertorriqueño santiago Velasco, de 2287 puntos Elo). Axel descansó en la tercera ronda y debe empezar a juntar por lo menos medios puntos, tapando el primer tablero. El resto del equipo ha jugado un poco por abajo de lo esperado, pero si Axel se conecta, los demás jugarán mejor. Si hubiera asistido el tercer jugador del país, el MI José Fernando Cubas (2433), el equipo hubiera ganado mucho en solidez. Creo que este equipo hará un buen papel.

Puerto Rico dio una buena batalla a Paraguay, como acabamos de ver (perdió 1.5-2.5), aunque es una incógnita. Blanqueó (a Ruanda, primera ronda) y fue blanqueado (por Escocia, tercera ronda). Llevan a sus tres mejores jugadores, por lo que no podríamos opinar que falte alguien indispensable. No creo que hagan un papel destacable, porque lo logrado ante los paraguayos supongo que fue más omisión de estos que mérito de Puerto Rico.

Uruguay fue a la olimpiada sin su mejor jugador, el GM Andrés Rodríguez (2508), y el primer tablero es ocupado por el tercer jugador del país, el MI Bernardo Roselli, de 2368 puntos. Otro lujo que se habrá de pagar caro en la tabla de clasificaciones, aunque Bernardo puede presumir de que empató con Kortchnoi, que le saca 216 puntos Elo. El segundo tablero es para el séptimo jugador del país, Manuel Larrea (2267) , que ha jugado según lo esperado. Otro equipo latinoamericano que muy posiblemente tendrá un papel gris en esta olimpiada.

¿Y México? Para esta selección, que es la que mejor conozco, me reservaré un mensaje completo.

Pero ahora calentaré mi comida y veré la cuarta ronda por internet.

¡Suerte a los equipos de América Latina!

viernes, 14 de noviembre de 2008

La olimpiada de ajedrez Dresde 2008 y el ajedrez mexicano

Este es el correo que mandé al blog del maestro internacional Benjamín Góngora AxA, quien debuta como integrante del equipo olímpico nacional - quinto tablero, reserva - en la olimpiada de Dresde, Alemania:

"Sería interesante que el jugador de ajedrez Benjamín Góngora nos tuviera al tanto, ronda a ronda, de las peripecias del equipo mexicano allá en Dresde.

"Mi humilde impresión es que se trata del equipo más débil de los últimos años. En Estambul 2000 no jugó un solo gran maestro por el equipo, pero José González ya tenía el nivel (de entonces repite Espinosa), y además me parece que el resto del equipo - Estrada y Russek - era más sólido de lo que refleja la puntuación: no había suplente y Villarreal fue capitán-jugador.

"En la siguiente, Bled 2002, tampoco tuvimos nuestro mejor equipo: Estrada, Aldama, González, Garméndez, y Frey (de nuevo, repite Espinosa).

"En Calviá 2004 las cosas fueron diferentes: prácticamente tres grandes maestros: Gilberto, Juan Carlos y Pepe (que tenía el nivel de GM). Más Almeida, Escobedo y Espinosa.

"Finalmente, en Turín 2006 faltó un gran maestro, Gilberto, pero jugaron Juan Carlos y Pepe (que aunque seguía sin el título mantenía su nivel de GM), más Escobedo (que siempre hace malos papeles en la Olimpiada) y dos chavos debutantes: Capó y Guillermo Domínguez. Domínguez, con un Elo de 2347, tuvo un rating performance de 2316 y Capó, con 2367, uno de 2319. O sea, no se hundieron pero tampoco destacaron. El que decepcionó fue Escobedo (2399 y 2300, respectivamente), en tanto que los demás incluso ganaron puntitos (Espinosa casi se mantuvo igual, pero Pepe y Juan Carlos sí destacaron)

"Ahora soñábamos con tener un cuadro titular de puro Gran Maestro, pero la federación tuvo ideas geniales y bueno, reaparece Gilberto pero se van Pepe y Juan Carlos. Y el cuarto Gran Maestro, Manuel León, nunca ha jugado por México en olimpiadas. Chamin por lo menos tiene experiencia internacional, pero el jugador Benjamín Góngora tiene el rating de un jugador duro de primera fuerza. Es el integrante más flojo, por nivel y por rating, de un equipo olímpico nacional en sus últimas ediciones.

"Pero por eso tiene la oportunidad de hacer algo grande: tiene todo por ganar y nada que perder. Y por eso queremos leer su impresiones y comentarios.

"No hago comentarios de anónimo porque no me interesa un pleito, sino una sabrosa discusión, y además no escribí nada ofensivo ni nada de lo que pueda avergonzarme. Sale pues.

"P.D. En Calviá México le dio una pelea durísima a Grecia, que alineó a cuatro grandes maestros. Recuerdo el placer que me proporcionó la partida Ioannis Papaioannou-Juan Carlos González, en la que las negras se sacan un impresionante ataque directo al rey por las casillas blancas mezclando sacrificios con jugadas tranquilas. Perdimos 1.5-2.5, pero no fue la blanqueada de ahora
."

No modifiqué en lo absoluto el mensaje. Este tema se trata parcialmente en el comentario que hice en este mismo blog al estudio que Marcos Iván Quintana publicó en su blog: "Situación actual del ajedrez mexicano".

En mi comentario escribí lo siguiente:

"Hay países con menor ingreso per cápita (en una charla casual Marcos mencionó Armenia como ejemplo de país con bastantes problemas financieros pero buen nivel de ajedrez). En Armenia, por lo menos desde hace dos años (no sigo tanto el ajdrez armenio) el campeonato nacional no es un torneo suizo, sino uno cerrado. En Polonia es igual. Como Holanda y Francia. En Rusia, desde hace unos cuatro, también (los campeonatos rusos se jugaron como torneos suizos cuando el país estaba al borde de la ruina, con Yeltsin y en útlimo año o dos de la URSS, cuando era todo un caos. Obvio: la federación no organiza nada: convoca, renta un salón, paga el premio y ya) ¿Cómo influye esto en el ajedrez de cada país? Me explico:

"Un torneo suizo es usualmente más democrático que un torneo cerrado, pero no está absolutamente abierto a todos: incluso si no hay cuota de inscripción y los organizadores pagaran viaje, hospedaje y alimentos, habrá ajedrecistas que por cuestiones laborales no podrían asistir. Si los organizadores cobran cuotas de inscripción, a las circunstancias laborales se suma el obstáculo económico. Si cada participante del suizo tiene que pagar inscripción, pasajes, hospedaje y alimentación, el factor pachocha cobra todavía mayor importancia: juegan todos los que puedan costeárselo, y quien no pueda pagárselo queda fuera. Supongamos ahora que, además, haya una limitante de rating. Por ejemplo, podrá jugar todo aquél que tenga un rating nacional superior a los 1800 puntos. Es otra limitante que se suma a la laboral y a la financiera. Pero, en todo caso, lo único que haría la federación nacional es publicar la convocatoria y garantizar la sala de juego y los premios. En caso de que así lo haya acordado, también los pasajes, hospedajes y alimentación de los participantes. Pero quien pueda, va y se inscribe, venga de Baja California Sur o de Quintana Roo. Las federaciones estatales no mueven ni un dedo en todo este proceso. Nótese que ni siquiera fue necesario mencionarlas para describir el proceso.

"En un torneo cerrado es en cambio "antidemocrático", pues se fundamenta en un criterio selectivo, aunque sea por el simple hecho de que la cifra de participantes debe ser manejable con el formato elegido. En tiempos de la URSS llegaron a ser 21 jugadores. Nada más. Supongamos que tienen su lugar garantizado el campeón nacional del año pasado, el campeón nacional juvenil y el rating internacional más alto (aquí se puede discutir si en la lista más reciente o sin en el promedio de las dos pultimas, etcétera). Si se organiza un torneo cerrado a 15 rondas, se requiere de 16 jugadores en total. Ya van tres, faltan 13. Hay, según veo en los textos de Marcos Iván, 35 federaciones afiliadas a la Fenamac. Incluso si calificara un jugador de cada una, es una cifra demasiado alta. para disminuir la cifra se requiere otro filtro. O dicho de otra manera, subir los estándares de calidad: que se eliminen entre sí en torneos. Aquí tenemos algo así como torneos interzonales, a los que calificarían los primeros lugares de cada federación. Lo ideal sería que cada federación estatal organizara su propio campeonato, con torneos selectivos, como etapa previa para el campeonato nacional. Creo que eso revitalizaría la vida ajedrecística en todo el país. Cada jugador, sin importar dónde viva, tendría por lo menos uno o dos torneos al año en su propia entidad federativa.
"

Finalmente, cuando en el buen blog de la morsa se discutió el tema específico del equipo olímpico nacional, escribí lo siguiente:

"A la olimpiada deben ir los que mejor nivel han mostrado en los últimos dos años. Simple y llanamente. Ningún buen jugador quedará fuera por un mal torneo (que sea precisamente el selectivo). Inversamente, ningún jugador inferior será seleccionado por el mero hecho de haber jugado el torneo de su vida.

"Cuando Ucrania ganó la medalla de oro, no fue seleccionado el segundo lugar del campeonato nacional. En cambio Ivanchuk, que creo recordar fue eliminado por Romanishin en la primera ronda, jugó en el primer tablero.

"¿Por qué? Pues porque para eso hay un capitán de la selección nacional (en ese caso Tukmakov), que va tomando nota de los resultados, del progreso, y del nivel de juego que muestran los prospectos para la selección. Y no lo hace al cuarto para las doce, sino sistemáticamente, durante los dos años entre olimpiada y olimpiada.

"Así como Tukmakov dejó en casa al medallista de plata del campeonato ucraniano, así podría dejar el capitán nacional mexicano, por ejemplo (y sólo por ejemplo) a Escobedo en casa. Por mejor que juegue en únicamente y nada más en el selectivo o en el campeonato nacional. Hay que fijarse en su desempeño en todos los torneos que ha jugado en los últimos años, incluyendo las olimpiadas. Obviamente, ya alcanzó su techo. Si comienza a mejorar y a subir su nivel, entrará a la lista de candidatos.

"Este es el meollo de mi argumentación: méritos a lo largo de los dos últimos años, no una actuación afortunada en un único torneo.

"El lugar de suplente se puede reservar a un joven prometedor, para irlo fogueando, eso sí. Pero de nuevo, eso debe ser decisión del capitán, que debe estar al tanto del ajedrez juvenil, de quién está subiendo mucho de nivel, quién muestra talento, quién promete, en pocas palabras. Al contrario, ¿alguien que prometía se estancó en los últimos torneos? ¿Por enfermedad, muerte de un familiar, estudios, pérdida de motivación? ¿O porque sigue jugando las aperturas de torneos infantiles o juveniles (y todos sabemos que en esos torneos abundan las variantes "chuecas" cuya idea es siempre una celada)? El capitán debe hablar con todos los posibles seleccionados: desde los grandes maestros hasta los juveniles.

"Según este criterio, deberían ir los grandes maestros más Manuel León. El tablero suplente se debe elegir entre Ibarra, Capó, Domínguez y otros jóvenes. Por méritos recientes, no anteriores a la última olimpiada. Espinosa ya dio de sí -que no fue poco, por cierto-, y Roberto Martín del Campo, aunque está jugando bien, ya tuvo una vez un papel medio desagradable con la selección, cuando puso por delante su papel individual que el desempeño colectivo. Russek, buena onda, ya está más allá de esta feria de vanidades...

"Y otra cosa: si respetamos al capitán, acatamos sus decisiones. Punto. Y si no lo respetamos, pues qué hace en el puesto
."

Ahora, tras ver cómo México fue blanqueado 0-4 por Grecia, como si desde Calviá 2004 (donde perdimos 1.5-2.5) no hubiera habido sino regresiones en el ajedrez nacional, quisiera volver a los dos temas que, según mi opinión, marcan al ajedrez mexicano.

Primero es la organización del campeonato nacional.

Ya había intentado darlo a entender - en el comentario al estudio de Marcos Iván - pero creo que es hora de formularlo claramente: casi todos los países en los que el ajedrez vale un pepino se organizan campeonatos nacionales absolutos bajo el sistema suizo. O viceversa: los países en los que el ajedrez sí es importante el campeonato nacional se juega o como un round robin - todos contra todos - o ya de perdida como un torneo sistema Wimbledon - tipo nocáut -. Véase cómo el segundo equipo de la década de los 90, Inglaterra (atrás de la URSS, obviamente) fue diezmado por el paso del tiempo. El ajedrez británico no supo alimentar las siguientes generaciones de ajedrecistas y lo que antes era una potencia es ahora un equipo fuerte de segunda fila, atrás de varios, sintomáticamente atrás incluso de Francia. John Nunn se retiró, Jonathan Speelman apenas y juega, Nigel Short se dedica a sobrellevar el ajedrez. Incluso Michael Adams parece casi un veterano intentando echarse el equipo al hombro. Claro, en Inglaterra el campeonato nacional se juega bajo el sistema suizo. Este es sólo un ejemplo. Ahora en Rusia, Holanda, Francia, Ucrania, Islandia, Armenia, Cuba, Argentina, Brasil y otros países el campeonato nacional se juega con sistema Round Robin o por lo menos Wimbledon (lo que implica un mínimo de organización). En Estados Unidos se organiza un abierto que depende del patrocinador y en el que la federación casi ni las manos mete. Veamos el equipo olímpico estadunidense: un garbanzo de a libra como Nakamura - con un padrastro que es entrenador de ajedrez, no lo olvidemos - y luego, puro inmigrante exsoviético. No hay crecimiento de talentos nacionales. Dónde están los grandes maestros estadunidneses de nacimiento: o retirados, dedicados a los negocios (como Tal Shaked o Patrick Wolf, por ejemplo); o dedicándose a hacer dinero con clases y libros de mala calidad. Como dijo un gran maestro exsoviético nacionalizado estadunidense, "los únicos que seguimos jugando ajedrez somos los que no sabemos hacer otra cosa." ¿Este es el modelo que queremos para el ajedrez mexicano? ¿Es este el modelo ideal?

Igual que en Rusia. O, mejor dicho, igual que en los últmos campeonatos de la URSS y en Rusia hasta 2004, creo. En esa época de hecatombe social, pobreza generalizada y neoliberalismo a ultranza en Rusia - la esperanza de vida de los hombres bajó en esa época en Rusia a 56 años - ni los ajedrecistas estaban para jugar ajedrez, ni la federación estaba como para organizar torneos. Además, bajo la idea neoliberal de que mientras menos intervenga la autoridad mejor, de que el mercado todo lo regula, dejaban al mercado lo referente al ajedrez, con la idea de que si había mecenas, es porque el ajedrez era atractivo. Si no, pues culpa del ajedrez. De ahí los intentos de Kaspárov - un gran adherente a las ideas neoliberales - o de Iliumzhínov - un millonario que hizo su fortuna en la época más turbia del capitalismo salvaje en Rusia - de "popularizar" el ajedrez mediante toda una serie abusrda de medidas tales como recortar los tiempos de reflexión con la esperanza de que el ajedrez se televise como el tenis; la pretensión de meter el ajedrez al programa de los juegos olímpicos de verano, etcétera.

Por esas mismas fechas, cuando la ideología imperante era la neoliberal - recuerden al ideólogo estadunidense Francis Fukuyama y su tesis del "fin de la historia -, cundió el ejemplo y en muchísimos países se abandonó el sistema round robin para organizar los campeonatos nacionales absoultos de ajedrez. O simplemente no había dinero para organizarlos - "consíganse patrocinios" - o sí lo había, pero se perdía entre bolsillos de directivos. Recuerdo todavía un campeonato nacional cerrado que jugaron Marcel Sisniega, Gilberto Hernández, José González, Amado Palma, Arturo López, Jorge Martín del Campo, Jorge Vega y otros (creo que también jugaron Roberto Martín del Campo, Rafael Espinosa Gil Russek y Roberto Navarro, pero no me consta o, mejor dicho, no recuerdo. Mencioné sólo a quienes recuerdo perfectamente). Todos calificaron desde los campeonatos estatales o desde el campeonato nacional juvenil.

Esto significa que había entonces un sistema más o menos establecido de campeonatos estatales o, mejor dicho, de cada asociación. En la Ciudad de México, por ejemplo, se jugaba el campeonato de la Amaac, de la UNAM y del Politécnico. Cada uno, creo recordar, era un torneo zonal. Los mejores calificaban al interzonal - ignoro cuántos se jugaban en todo el país - y, finalmente, calificaban los primeros lugares al campeonato nacional absoluto. De ahí calificaron ese año jugadores como Palma, Vega y otros. Enrique Monroy, Floresvillar clasificaron de esta manera a más de un campeonato nacional, y otros, como Gustavo Falcón, también se ganaron este derecho en por lo menos una ocasión. Repito que menciono los nombres de jugadores que me consta jugaron estos cerrados. Otro es Miguel Hurtado (en una ocasión derrotó a Roberto Martín del Campo, por ejemplo), pero no recuerdo si jugó uno nada más o más de uno, pero como llegó a ser olímpico, supongo que participó en más de un campeonato nacional absoluto.

Con una red de campeonatos regionales o citadinos, estatales, zonales e interzonales, junto con un campeonato nacional juvenil - cuyos participantes también pasarían por una elimiatoria similar -, los ajedrecistas de todo el país tendrían garantizado por lo menos un torneo importante. También se garantizaría el roce entre ajedrecistas de diversas regiones de la república. De otra manera, sólo el nacional abierto y tal vez el Torre Repetto otorgan esta posibilidad. Un beneficio adicional sería que los federativos estatales y nacionales se verían obligados a trabajar en serio para, por lo menos, sacar adelante esta red de torneos selectivos.

Quince o trece rondas sería excelente. Con boleto garantizado, o sembrados, serían el campeón del año pasado, el campeón nacional juvenil, el campeón del nacional abierto. Obviamente, si un jugador ocupa más de una plaza (campeón nacional juvenil y ganador del abierto, por ejemplo), o si el nacional abierto fue ganado por un extranjero, entonces las plazas irían para el ocupante del segundo lugar y para el mexicano mejor colocado, por ejemplo. Y los jugadores restantes clasificarían desde los interzonales. Ahora que tenemos grandes maestros viviendo en el extranjero, el entrenador podría comparar sus actuaciones con la de los jugadores mexicanos participantes en los torneos nacionales.

Segundo, la conformación de la selección nacional.

Con un campeonato nacional bien organizado como el arriba descrito, la elección de jugadores para la selección se facilitaría mucho. El entrenador podría seguir durante dos años a los jugadores radicados en el país y ver quién se estanca, quién crece, quién promete. Y, de manera más cuidadosa, quién experimente problemas porque sigue jugando las aperturas que jugaba en torneos infantiles y juveniles, quién ha bajado sus resultados por problemas de motivación o, por el contrario, porque intenta ampliar su repertorio de aperturas y corre nuevos riesgos, se familiariza con estructuras nuevas.

De hecho, podría darse el caso de que un jugador sea considerado para la selección nacional sin que vaya a las olimpiadas. Pero para ello se requeriría una selección que sea más activa que la actual, que se convoca cada dos años. Por ejemplo, Rusia y China juegan anualmente un enfrentamiento en varios tableros, tanto entre hombres como entre mujeres. Acá tenemos a Cuba cerquísima. ¿Qué no se podría organizar un encuentro tradicional, anual, entre los equipos mexicano y cubano? Unos ocho tableros varoniles y seis femeniles, por ejemplo. Así valdría la pena esforzarse por jugar bien en el el circuito de torneos nacionales. No vas a la olimpiada, pero la selección nacional ni terminaría ni empezaría con este evento: representas a la selección nacional en torneos internacionales anuales. ¿Que Cuba no alinearía a su mejor escuadra? No importa: si así nos ganaran, sería porque que no tenemos el nivel para retar su selección mejor. Y si les empezáramos a ganar, alinearían su artillería pesada, que no nos quepa la menor duda de ello.

Pero ningún torneo, jamás, debe prometer como premio un lugar en la selección nacional. Es un absurdo. Por eso se llama selección. Porque se conforma s e l e c c i o n a n d o, o sea, eligiendo a los mejores. Una plaza en la selección no es un premio, como lo puede ser un cheque por tantos miles de pesos, un trofeo o un libro. Si el campeón nacional juvenil es tan bueno, pues que a) se foguee con el resto de la élite nacional y, sobre todo, b) que demuestre que su nivel basta no nada más para imponerse entre chavitos, sino que también le alcanza para ganarse una plaza en el campeonato abosluto. Además, éste sería un aliciente para que más jugadores jóvenes participen en el nacional juvenil.

Tampoco pasaría que un jugador que se aviente el torneo de su vida vaya a la olimpiada nomás a tomarse la foto con los grandes del tablero, a pedirles autógrafos, a pasearse como turista y a arrastrar el nombre de la selección. La selección no debe ser lugar para burros que han tocado la flauta. De manera inversa, ningún gran maestro quedaría fuera de la selección porque no jugó un único torneo clasificatorio. Si queda fuera de ella, que sea o porque hay quien juega mejor o porque renunció de viva voz a jugar por ella.

Aquí tocamos otro punto: el del profesionalismo. Quien vive del ajedrez no puede dejar de ganar su ingreso por jugar en la selección. Luego nadie le pagará la renta, ni la comida, ni la colegiatura o la ropa de sus hijos. Si les exigimos que den su mejor esfuerzo, debemos estar dispuestos a recompensarles por ello. No están en situación de cobrar decenas de miles de euros porque no son de los mejores del mundo ni mucho menos, así que sería relativamente fácil acordar una suma razonable. Una beca decente condicionada a su participación en determinados torneos - campeonatos nacionales, la olimpiada - podría ser la solución para apoyarlos y además para que su participación en eventos nacionales ayude a pasar su experiencia a nuevas generaciones.

Si queremos que la selección represente de veras a lo mejor del ajedrez nacional, ésta podría ser una excelente solución.

En cambio, si la federación nacional no quiere invertir ni un peso en nuestros mejores jugadores, entonces debemos aceptar sin quejas ni lamentos que nuestra selección no sea sino una colección de aficionados, semiaficionados o jugadores que no pasan por su mejor momento.

Y ahí están los resultados:

0-4 contra Grecia.

2-2 con Nicaragua.

Que nadie se escandalice, que nadie se sorprenda, que nadie se justifique, que precisamente para semejantes resultados está organizado el ajedrez nacional.