lunes, 8 de diciembre de 2008

Más de la olimpiada Dresde 2008. Comentarios al blog AxA, del M.I. Benjamín Góngora

Seguramente planea escribir más al respecto, pero supongo que Benjamín Góngora ya dio a conocer sufieciente información sobre su participación como seleccionado olímpico nacional en Dresde 2008 (cuatro mensajes) en el blog AxA como para darnos una impresión de cómo encaró el reto de representar al país en un evento de tal magnitud. Me concetraré en tres rubros: 1) la (auto)percepción de Benjamín como ajedrecista y su pertenencia al seleccionado olímpico nacional; consecuentemente 2) la manera en la que Benjamín parece comprender su papel dentro de la selección olímpica nacional y finalmente, 3) el tema del turismo olímpico.

Ámonos.

1) Veamos el primer post (Restrospectiva (I), 01.12.2008). Góngora escribe que la fiesta de apertura me pareció deslucida además de muy larga, sin embargo, el sentimiento de pertenencia, el orgullo de estar entre los mejores ajedrecistas del planeta -aunque muchos bellacos nos llamen turistas-, ser parte del mayor acontecimiento del ajedrez mundial, es una experiencia incomparable.

El "sentimiento de pertenencia", el "orgullo de estar entre los mejores ajedrecistas del planeta" que embarga a Benjamín, ¿significa que que él, Benjamín Góngora, está convencido de que pertenece, que está entre los mejores ajedrecistas del planeta? ¿O se referirá a la emoción de estar físicamente - estar parado en medio de, ir caminando entre- los mejores ajedrecistas del planeta? Supongo que se refiere a esta última opción. Porque el último párrafo del mismo post -Boleto de avión $1,000 USD; ver en persona a Judith Polgar, a Tatiana Kosintseva, a Artur Yusupov, a Victor Kortchnoi no tiene precio, para todo lo demás existe visa.- sólo puede ser escrito por alguien que sabe que por supuesto no es de los mejores del mundo. Estoy seguro de que Góngora está conciente de que no es muy probable que Kosintseva, Polgar, Korchnoi o Yusúpov hayan escrito en alguna parte "Boleto de avión $ 1000 USD; ver en persona a Benjamín Góngora no tiene precio, para todo lo demás existe visa".

Pero por otro lado, Benjamín parece sonar convencido de que, en efecto, su "orgullo de estar entre los mejores del mundo" es algo más que meramente un orgullo. En su cuarto post dedicado a la olimpiada (Retrospectiva (II), 03.12.2008) Benjamín describe lo que parece ser un espíritu pesimista enre los jugadores mexicanos antes del enfrentamiento con Grecia en la primera ronda: "Vamos contra Grecia, Góngora”, “tiene el 90% de probabilidad de que pierda”, “póngase sólido”, “coma pescado maestro, es lo que marcó el salto del neandertal (sic)”, “No vinimos a ganar la Olimpiada”… para a continuación demostrar que él, por el contrario, era dominado un gran optimismo (o, como se dice ahora en el insufrible lenguaje de manual de superación personal, de una mentalidad triunfadora): Me dije a mi mismo: “Mi mismo: No vine hasta Dresden para ponerme sólido, ni de vacaciones aunque pueda amedrentarme la expectativa. Vine por la medalla de oro”. Esa fue mi mentalidad todo el tiempo. Tal vez fue esta mentalidad -que, si en efecto fue así "todo el tiempo", resultó ser a prueba no sólo de comentarios derrotistas sino de la cruda realidad también- la que explica por qué Góngora muestra tal indiferencia hacia las necesidades del equipo y lo considera como simple marco para su marcha hacia la medalla de oro.

2) En efecto. Toquemos ahora el rubro del juego en equipo, la participación en una selección. En el mismo post (Restrospectiva II, 03.12.2008), que es por mucho el más rico en información y por ende el más interesante, Benjamín manifiesta su sorpresa ante la decisión de Rafael Espinosa de ceder el segundo tablero a Luis Fernando Ibarra, con los argumentos de que tiene un mejor repertorio de aperturas, tendría una mayor oportunidad de lograr una norma de GM y que además podría estar más motivado que él mismo. Góngora confiesa que está en desacuerdo, ya que en lo personal preferiría jugar en el primer tablero aunque perdiera todas la partidas -y luego me tiraran hasta con la cubeta llegando a casa-, pero claro que el hombre con experiencia es Rafael. En otras palabras, Benjamín Góngora se daría el gustazo de jugar en el primer tablero. Y al equipo que se lo coma un león ("aunque perdiera todas las partidas"). No mencionemos también que muestra poco interés por lo que puediera decirse a su regreso al país ("-y luego me tiraran hasta con la cubeta llegando a casa-")

Profundicemos este punto, que es revelador en grado sumo. Rafa Espinosa, al ceder el segundo tablero a Luis Fernando Ibarra Chami, habría demostrado a) un intento sincero por mejorar la cosecha de puntos del equipo (Ibarra Chami tendría un mejor repertorio; la motivación de Luis Fernando), b) una apreciación realista y desapasionada sobre su nivel en general o sobre su preparación concreta para esta olimpiada (el mismo argumento del repertorio), c) el apoyo a un jugador joven y prometedor dándole oportunidad de foguearse y luchar por una norma de GM (La motivación de Ibarra). Pero esta decisión de Espinosa, acepta Benjamín, "me sorprendió" aunque atempera: "... pero claro que el hombre con experiencia es Rafael". ¿Qué tanta experiencia se necesita para entender los motivos de Espinosa? El maestro internacional Rafael Emilio Espinosa Flores, nacido en 1965, jugó en Dresde 2008 su décima olimpiada, si los datos de los que dispongo son los correctos. ¿Significa esto que el maestro internacional Benjamín Góngora Montes necesita la experiencia de otras nueve olimpiadas - en el mejor de los casos, hasta la olimpiada de 2026 - para comprender el acto de Espinosa? Rafa Espinosa tiene unos 43 años; Góngora anda por los 32. ¿Entenderá o apreciará Góngora los motivos de Espinosa dentro de 11 años? ¿O Góngora no hubiera actuado así en su lugar, porque cree que tiene mejor repertorio de aperturas que Ibarra Chami y que és el y no Luis Fernando, jugador nacido en 1989 (12 años más joven que Benjamín), quien merece las oportunidades de lograr normas de gran maestro?

Más sobre el espíritu de equipo de Góngora. Me permitiré una cita in extenso, de los últimos párrafos del mismo post:

Son las 10 de la mañana del 17 de Noviembre. Gilberto me dice que no voy a jugar. Desayuno. Me preparo para ir a la ronda. Encuentro al Ing. Ferríz (sic) en la parada del tram.

-Ingeniero, sigo esperando que me diga contra quien juego.
-No va a jugar Góngora.

Es el primer descanso del equipo, ¿cuál es la estrategia? No hay una respuesta clara, vamos contra un equipo débil en teoría –Korea (sic) del Sur-.

Los peores resultados hasta el momento son el de Rafael y el mío 1.5 de 4, pero si jugamos los dos tenemos la oportunidad de ganar e ir al descanso por lo menos con el 50% de los puntos todos los integrantes del equipo. Todos felices y contentos.

Esto si me afligió mucho porque no entendí y sigo sin hacerlo ¿Cuál fue la estrategia de competencia del equipo? No me quejo por no haber jugado, acato la decisión tomada, me quejo de que no haya una justificación clara y objetiva. Esto fue algo que discutí con Raúl, con el Ing. Ferríz (sic) y con Jesús Casillas (candidato a ser capitán del equipo varonil), meses antes de salir hacia Dresden. Soy de la opinión de que el puesto de Capitán debe concursarse con fundamento en un proyecto de trabajo, previo, durante y posterior a la competencia.

Cuando Raúl me instó a definir a quién prefería de capitán, me incliné por el Ing. Ferríz (sic), es una persona a la que aprecio mucho y le admiro por su gran trayectoria dentro y fuera del ámbito ajedrecístico, pero su actuación como capitán del equipo me dejó muy mal sabor de boca.

A ver a ver. Góngora confía en jugar contra Corea del Sur. De ser así y entre otras cosas, él y Espinosa (hasta ese momento los dos peores resultados: 1.5 de 4 posibles) podrían ganar y alcanzar, en el peor de los casos, al resto de los integrantes del equipo con el 50% de los puntos, y "todos felices y contentos".

Escribí "y entre otras cosas" al inicio de la frase anterior porque tal vez Góngora tenga otras razones, aparte de que él en lo personal se vaya al día de descanso con la mitad de los puntos, por las que él debió haber jugado contra Corea del Sur. Pero no las menciona. Benjamín nos dice que la noticia de que no jugaba lo afligió, que no entendió entonces y sigue sin entender (por lo menos hasta el 3 de diciembre) la decisión del ingeniero Alfonso Ferriz Carrasquedo, capitán del equipo, de no alinearlo. Especifica que no se queja por no haber jugado, sino porque no hubo "justificación clara y objetiva" ("¿Cuál fue la estrategia de juego del equipo?" se pregunta Benjamín). Y se lanza a una explicación sobre porqué la actuación del inge Ferriz como capitán del equipo "me dejó un muy mal sabor de boca". Primero declara que "soy de la opinión de que el puesto de Capitán debe concursarse con fundamento en un proyecto de trabajo, previo, durante y posterior a la competencia." Inmediatamente después anota: "Cuando Raúl me instó a definir a quién prefería de capitán, me incliné por el Ing. Ferríz." Entonces, ¿Góngora fue coherente con sus propios principios y convicciones ("soy de la opinión...") y por eso prefirió al inge? ¿O acaso votó por el ingeniero Ferriz simplemente porque "es una persona a la que aprecio mucho y le admiro por su gran trayectoria dentro y fuera del ámbito ajedrecístico", sin preocuparse si tenía un proyecto de trabajo o no? Si Góngora fue consecuente con sus convicciones, entonces votó por el inge por su "proyecto de trabajo previo, durante y posterior a la competencia". Puesto que el ingeniero Ferriz Carrasquedo ya ha sido capitán olímpico en por lo menos otras dos olimpiadas (Calviá 2004, Turín 2006), Góngora, si así lo quiso, tuvo oportunidad de formarse una opinión sobre tal proyecto. Por el contrario, si Góngora prefirió al inge simplemente porque lo admira y aprecia, sin importarle si tiene el proyecto de trabajo famoso, entonces a) no es coherente con los principios que dice profesar y b) pues él solito se lo buscó.

Bromas aparte. Ya estamos enterados de que Góngora fue a Dresde a ganar la medalla de oro. ¿Será por eso que se imagina que "la estrategia de juego de equipo" que ni encontró entonces ni encuentra ahora tendría que contemplar forzosamente su participación en todos los matches de la selección? ¿Se hubiera preguntado "cuál fue la estrategia de juego de equipo" si el ingeniero Ferriz lo hubiera alineado contra Corea del Sur? No me gusta repetirlo (ya lo he escrito en este blog), pero Góngora fue el integrante de la selección mexicana que más partidas perdió, menos partidas ganó, menos puntos aportó, peor rating performance tuvo y consecuentemente el que más rating perdió. Cierto es que cuando se enteró de que no jugaba esto todavía no podía saberse, y por eso comprendo que escriba "no lo entendí". Pero ahora, cuando ya sabemos lo que pasó, no encuentro justificable que agregue "...y sigo sin entenderlo". Tal vez en inge, con su experiencia, lo vio venir. Y entonces el inge no requería de una "justificación" para no alinearlo. Al contrario, "justificación" es lo que requeriría ahora el inge si hubiera alineado a Góngora en más partidas.

3) Volvamos al penúltimo párrafo del post Retrospectiva (I). Escribe -aunque algunos bellacos nos llamen turistas- sólo para ilustrar su post con... una foto típica de turistas: un close up suyo con una calle nevada en segundo plano. Como creo que fui de aquellos bellacos, en cuanto vi su post me sentí aliviado. Pero me sentí totalmente reivindicado cuando vi el segundo y el cuarto posts dedicados a la olimpiada (Mi top 5 (02.12.2008) y El día libre (04.12.2008), respectivamente). Mujeres que le gustan y sus experiencias de turista en Praga, vaya vaya. El ya citado último párrafo (el de los precios) describe lo que vio con admiración ("no tiene precio"), mas no lo que hizo activamente, que sería batirse (¡y prepararse!) por la selección nacional. Esta frase ahonda la sensación de que su actitud y arrobamiento ante lo vivido, visto -y fotografiado- fue, precisamente, la de un turista.

Al inico del post El día libre, Góngora muestra su desacuerdo con la actitud de turista: Ante el rumor de que los GM clasificados al equipo olímpico no asistirían, alguien me dijo: -Ya estuve averiguando a donde puedo ir en los días libres si me tocara ir a la olimpiada-. Tras tres párrafos (que tampoco tienen desperdicio), expresa su incomprensión ante tal actitud: En el avión de ida a Dresden, un comentario recurrente era “el día libre vamos a ir a…” ¿cómo es posible pensar en eso cuando ni hemos llegado y se tienen cinco días consecutivos de competencia por delante?

Benjamín desaprueba, y con razón, "pensar en eso" cuando todavía ni se había llegado a Dresde y cuando por delante se tenían cinco rondas. Pero parece que "pensar en eso" luego de jugar cuatro partidas no le parece nada mal. Todo un post tenemos de su visita a Praga, que implicó un viaje en tren de cinco horas más o menos, más una estancia de otras cinco horas. Si salió de Dresde a las 11:10 am, según escribe, habrá regresado al hotel pasadas las 21:00 horas. No jugó al día siguiente, es cierto, pero ¿y si hubiera sido necesario? ¿si alguien hubiera amanecido con problemas estomacales, de presión, dolores de cabeza?

veamos qué escribe el inge Ferriz en su informe sobre la olimpiada de Turín 2006. Primero, durante el día de descanso:

Hoy fue día de descanso y espero que los que se nos fueron a Florencia no regresen demasiado cansados, pues el viaje de ida y vuelta es de mas de 8 horas. No quiero hacer más comentarios porque no puedo exigirles un profesionalismo como yo lo entiendo. Pero los Top Masters vienen a jugar y los descansos los aprovechan para descansar, por que crean que a estas alturas (No hemos llegado ni a la mitad de los juegos), estamos todos rendidos.

Y tras la ronda siguiente:

Paso (sic) lo que predecimos. 3.5 a 0.5 y sólo ganó la que no fue a Florencia. Juan Carlos González perdió un final que tal vez pudo haber ganado. eso es muy raro porque siento que el fuerte de Juan Carlos es precisamente el final. El GM Victor Bologan le ganó e igual le hicieron a Espinosa el GM Svetushin (sic) y a Willy el GM Sanduleac. Pepe González le ofreció tablas al GM Svetushin y se las aceptaron. Terrible.

A las muchachas también les va mal. Perdieron Yadira y Paulina y gano (sic) un final muy bien jugado Nelly.

Quiero subrayar estas frases del inge: "No quiero hacer más comentarios porque no puedo exigirles un profesionalismo como yo lo entiendo. Pero los Top Masters vienen a jugar y los descansos los aprovechan para descansar". Más claro ni el agua. Ah, pero Góngora iba por la medalla de oro. Y ahora veamos los tres párrafos que Góngora insertó entre sus descalificaciones a la actitud de turista:

En Aguascalientes se acaba de realizar el selectivo estatal para Olimpiada Nacional y clasificaron algunas jovencitas que no tienen ninguna experiencia en competencias, clasificaron porque no hubo más competencia. Ante el exhorto de la asociación estatal para que se preparen, o no asistirán al torneo regional, la respuesta fue: ellas ya se ganaron el viaje.

Cuando quedé en quinto lugar del Campeonato Nacional Absoluto 2008 supe que me ganaba $6,000.00 pesos, pero no un viaje, sino un derecho, un compromiso para competir por mi país y me preparé en consecuencia -aunque no fue suficiente-. Desafortunadamente, tenemos la cultura de que “ganamos el viaje”, de que el esfuerzo termina cuando se gana el nacional. Una representación nacional no es un premio, es la culminación del trabajo y el éxito deportivo de un atleta, un compromiso que obliga a quien lo adquiere a esforzarse al límite de sus posibilidades.

Lo hice y estoy orgulloso de mi mismo, aunque inconforme con el resultado de la competencia, lo que me motiva a esforzarme aun más, porque –saben- me he propuesto jugar la próxima olimpiada en Khanty-Mansiysk, Rusia 2010.

Benjamín, en su primer post dedicado a Dresde, Retrospectiva (I), escribe que antes de partir, el presidente de la federación pagó a cada integrante de la selección sus viáticos. Según nos confía Góngora, recibió doce mil pesos. En los tres párrafos arriba citados, escribe que su premio en el nacional absoluto consistió en seis mil pesos. Bien, entonces los doce mil pesos recibidos en el aeropuerto fueron en efecto viáticos por representar a México en la olimpiada y no algún premio atrasado. Entonces, si cobraron por representar a México, supongo que el inge Ferriz sí podía exigir a los seleccionados cierto profesionalismo. Otra cosa es que inge, por supuesto, no puede amarrar ni encerrar bajo llave en sus habitaciones a los seleccionados que ignoran sus exigencias, ya sean estas explícitas o implícitas. Góngora, si se informó sobre los candidatos a capitanear la selección, se habrá enterado de lo que el inge opina sobre semejantes escapadas turísticas, y sin embargo votó por el inge para capitán de la selección (punto que ya vimos). Y luego nos dice que está orgulloso de sí mismo. Creo que más orgulloso podría estar de sí mismo si se hubiera quedado en Dresde a prepararse y a descansar, porque en las siguientes cuatro rondas juntó 1 de 4, y eso que le ganó a un tipo de 2054, rating de primera fuerza.

El problema no es, hasta donde alcanzo a ver (sé que no estoy en el ajo y por eso tal vez Góngora sepa cosas que ignoro. Por otro lado, si ya nos anda con el chisme de que según él no hubo estrategia de juego para el equipo pues que nos suelte el chisme completito) el inge Ferriz, sino los jugadores que se dan golpes de pecho afirmando que van por la medalla de oro, que deploran la cultura de "'ganamos el viaje'" (aunque sean preclaros exponentes de la misma), que afirman que "una representación nacional no es un premio, es la culminación del trabajo y el éxito deportivo de un atleta, un compromiso que obliga a quien lo adquiere a esforzarse al límite de sus posibilidades" y a la primera se van de turistas a Praga. (por supuesto, no "pensó en eso" con anticipación; tal vez se le ocurrió esa misma mañana al darse cuenta de que, tras "esforzarse al límite de sus posiblidades" ante el tablero, le sobraban posiblidades que forzar yéndose a Chequia).

Una última pincelada al rubro sobre el turismo olímpico: caminé unas cinco horas desde el museo hasta el castillo, una breve estancia pero muy significativa. Cuando finalmente tome vacaciones y vaya a conocer Europa, volveré a Praga a disfrutar cada uno de sus incontables rincones, escribe Benjamín al final de su post El día libre. ¿Habrá tomado el día libre para buscar dónde pasará sus futuras vacaciones europeas? Que Marcel Sisniega entonces se ponga en contacto con él, porque parece que Benjamín posee aptitudes insospechadas para el scouting. Ya podemos desde ahora recrearnos con las arrebatadoras locaciones que veremos -ojalá pronto- en la próxima película de Sisniega.

En fin...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy poblano: yo estoy empezando a jugar ajedrez y viendo en internet ké onda. Me encuentro la siguiente información, que hay campeones mundiales en México. No sabía. Usted que anda informado, ¿nos puede contar al respecto?
Gracias,
Jorge Velázquez.

http://www.comunicacion.buap.mx/reportajes_especiales/reportaje_especial_94_ajedrez.html

Anónimo dijo...

Hola,
Seré honesto. Yo no entiendo su agresividad con Benjamín, yo lo conosco y sé que no es altanero ni desubicado. Benjamín se ganó su lugar y fue con derecho. No sé por qué ud. lo mete en medio de la politiquería y porquerías de la FENAMAC, como si hubiera hecho un crimen en asistir, no hubiera tenido que jugar sabiéndose chapo, etc.,etc.
La frase de ser feliz y encontrarse entre los mejores jugadores del mundo la saca ud. de contexto y hace creer a los lectores de su blog que Góngora es un megalómano que se sitúa al nivel de Peter Leko, de Kramnik o de Anand. Si analiza bien las cosas, Góngora puede querer decir dos cosas:
1) Es chingón estar al lado de Korchnoi, Polgar y otros, como dice Benjamín.
2) Es chingón ir a representar a México, y como representante de un país y miembro de un equipo olímpico, contarse entre los mejores jugadores del mundo.
Por ningún lado veo de donde se sigue la interpretasion malsana queu hace ud. y le atribuye a Benjamín. Yo conozco, al igual que usted, a los mejores jugadores de México y ninguno anda con esos delirios de grandesa.
Por cierto, si va a agredir, agrédase ud. mismo, que no es jugador de olimpíada y sus actuaciones ajedrecistas en México dejaron mucho que desear.
A ver si me publica. Acuérdese sólo de que quien pega primero...
(por cierto saludos de la rémora)
Un mercenario...

Manuel "el ruso" García dijo...

Estimado Jorge Velázquez:

De que yo sepa, ni Rafael Espinosa ni Yadira Hernández son campeones mundiales de ajdedrez en ninguna de sus modalidades. Otra cosa es que sean de los mejores ajedrecistas del país desde hace unos 20 años o más.

Supongo que el autor de la nota no juega ajedrez y por eso se le colaron esos errores en el texto.

Un saludo

Anónimo dijo...

En efecto, como dice el Sr. Ruso: Quien hizo esa nota sobre Espinza y Yadira debe desconocer de ajedrez. Está descartado además que Yadira o Rafael presuman ser "campeones mundiales".
Lo cierto es que Rafael Espinoza probablemente fue el mejor jugador de ajedrez en México un par de años a fines de los 80, imponiéndose al mismo Sisniega en algún campeonato cerrado. Desde hace unos 20 años Espinoza ha estado tranquilo entre los cinco mejores jugadores de México.
Yadira Hernández ha sido desde hace también unos 20 años la mejor jugadora de México, y tiene con toda seguridad el nivel de un Maestro Fide fuerte (entre los hombres).
Así que a buen árbol se arrima Sr. Velázquez.

Manuel "el ruso" García dijo...

Estimado mercenario anónimo:

Para que vea: sí lo publico. Y también le respondo.

Pero al grano.

No saco nada de contexto. Simplemente quise llamar la atención sobre una de las muchas incoherencias y contradicciones de Góngora en los cuatro posts que ha dedicado hasta ahora a su participación en las olimpiadas.

Ud. escribe que saco de descontextualizo una frase de Benjamín, en la que describe su orgullo por encontrarse entre los mejores ajedrecistas del mundo. Según la lectura que hace Ud.de mi blog, intento crearle a Góngora la imagen de un jugador desubicado y megalómano. Pero veamos qué escribí:

"El 'sentimiento de pertenencia', el 'orgullo de estar entre los mejores ajedrecistas del planeta' que embarga a Benjamín, ¿significa que que él, Benjamín Góngora, está convencido de que pertenece, que está entre los mejores ajedrecistas del planeta? ¿O se referirá a la emoción de estar físicamente - estar parado en medio de, ir caminando entre- los mejores ajedrecistas del planeta? Supongo que se refiere a esta última opción."

Como ve, yo mismo menciono la posiblidad que Ud. alude en su mensaje. Entonces, cuando menciono la posibilidad de que tal vez, y recalco el tal vez, Góngora se haya creído que pertenece a los mejores ajedrecistas del mundo, es simplemente una figura retórica para señalar el hecho de que, según se desprende de su blog, Benjamín descubre la falta de plan de estrategia de juego del ingeniero Ferriz, capitán de la selección, en cuanto se entera de que el inge no lo alinea contra Sudcorea. Eso es todo.

Repito: en el blog escribo hiperbólicamente que sólo se entendería la decepción de Góngora de no ser alineado en cada match de la selección si de veras se creyera estar entre los mejores del mundo y que por eso su participación en todo enfrentamiento del seleccionado debería ser vista como algo casi garantizado.

Estoy seguro, estimado mercenario anónimo, que si hubieras querido hubieras entendido mi punto. Si no, relee esa parte de mi blog. O lee el párrafo que cito líneas arriba.

Pasando al siguiente punto: Casi no he tratado a Benjamín Góngora y por eso no tengo motivos para malquererle. Simplemente señalo la gran cantidad de incoherencias y contradicciones en las que cae Benjamín en su blog.

Es cierto lo que dices: según las reglas de la federación, Benjamín se ganó su lugar. Consecuentemente, coincido plenamente con Ud. cuando escribe que "Benjamín se ganó su lugar y fue con derecho." Tan es así que una opinión similar la expresé hace meses en el blog de Ajedrez por Aguascalientes, que el mismo Benjamín escribe (si no me cree, puede tomarse le tiempo de buscar en ese blog mis mensajes. Los encontrará porque, a diferencia de Ud, mercenario anonimo, yo sí firmo lo que escribo).

Pero el ser integrante de la selección mexicana de ajedrez no implica únicamente derechos; también obligaciones. Precisamente por eso me tomé el tiempo de leer, releer y contrastar las opiniones y puntos de vista que Benjamín expone en sus posts olímpicos: porque me parece que no cumplió con sus obligaciones. No se preparó a conciencia. Tan es así, que él mismo nos platica de su viaje de turista a Praga durante el día de descanso, en lugar de quedarse a descansar o a prepararse. Cito, en el post que Ud. critica, la opinión del capitán del equipo respecto de semejantes viajes. Es claro que el capitán de la selección está en contra de tales escapadas. Pero Benjamín se pasó por el arco del triunfo la opinión de su capitán y se fue a tomarse fotos en Praga. Eso, mi estimado mercenario anónimo, no es digno de un profesional. No critico a Benjamín por haber ido a la olimpiada, sino por inconsistente y por no haber estado a la altura de las exigencias. La casaca verde (pongámonos futboleros) le quedó grande.

Si en dos años se vuelve a organizar un torneo selectivo (Ud. ya sabrá que estoy en contra de un único torneo selectivo) y Benjamín vuelve a clasificar, seré yo el primero en protestar si alguien se manifestara por dejarlo fuera del equipo para darle esa plaza a un gran maestro. Las reglas deben respetarse. Pero por eso mismo soy de la opinión de que las reglas deben ser otras.

Por último, Ud., mi estimado mercenario anónimo, dice que yo debería empezar por "agredirme" a mí mismo, que porque no soy ajedrecista de nivel olímpico y porque mis actuaciones ajedrecísticas en México "dejaron mucho que desear". Al respecto:

a) Ud. no sabe distinguir entre la crítica y la agresión. En ninguna parte insulté a Góngora ni le lancé epítetos difamatorios. Él, en cambio, llamó "bellacos" a sus críticos (a mí entre ellos). Lo único que hice fue contraponer a Góngora contra Góngora. Si el resultado le parece agresivo, de esa magnitud son las contradicciones de Góngora.

b) ¿Mis actuaciones dejaron mucho qué desear? ¿A quién le dejaron qué desear? ¿A Ud.? Yo juego ajedrez por gusto, ¿alguien, aparte de mí, se queda deseando algo por eso? ¿Acaso la federación me pagó un boleto a Europa con dinero del erario para que representara al ajedrez mexicano? En los torneos que jugué en México, mi estimado mercenario anónimo, me pagué la inscripción, alimentación y hospedaje de mi bolsillo.

c) ¿Ud. no se atreve a criticar a ningún ajedrecista que tenga mayor rating que Ud.? ¿Ud. no se atreve a opinar sobre los actos de los olímpicos nacionales? ¿Tanto le paraliza el (mal entendido) respeto a las (supuestas) jerarquías? Déjeme decirle que eso es indigno no hablemos ya de un ajedrecista, sino incluso de un ser humano con la mínima autoestima. Déjeme decirle que, simplemente, no creo que haya empleado este argumento en serio; seguramente le ganó el deseo de, según Ud., castigarme.

d) Me gusta la crítica pero, antes todavía, la autocrítica.

Para despedirme, déjeme decirle que Ud. no escribió nada ofensivo ni nada de lo que pudiera arrepentirse después. Aunque no estuvo de acuerdo con mi post, no perdió nunca la compostura. ¿Por qué no, entonces, firmar su mensaje? ¿Qué acaso no se da cuenta de que, al firmar como un miembro anónimo del club Mercenarios, prácticamente me obliga a la idea de que los Mercenarios son personas a las que les tiembla la manita a la hora de firmar lo que escriben? Sé que Manuel López Michelone juega en ese club (pero también sé que él sí firma sus textos). Willy de Winter también juega ahí (y también firma sus misivas). Pero, ¿los demás? ¿Es Ud. Luis Vaca Kram? ¿O Jorge Martín del Campo (que también juega en el club)? ¿O alguno de los otros Mercenarios?

Para qué despertar semejantes sospechas. Mejor firma y listo. Total, que aquí estamos para discutir, no para insultarnos ni pelearnos.

Un saludo a Ud. y a la rémora miope (no es insulto; así nos llevábamos)

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Ruso,
Le agradesco sinceramente que haya publicado mi comentario. Tiene ud. razón de que no estamos para pelearnos, por lo que paso a contestarle amablemente pero también firmemente, porque en este debate estoy al lado de Benjamín.
a)Yo creo que si saca de contexto el comentario de Benjamín y le voy a decir por qué: ud. toma una frase que es coloquial, o sea: "estar entre los mejores jugadores del mundo", que hablando normalmente, sin tanta cosa académica, significa simplemente estar entre ellos viendolos jugar, pedirles autógrafos, sacarles fotos, echarse incluso un taco de ojo con ajedrecistas guapas etc., etc.
Pero ud. se coge de la frase para hacer la hipótesis de un wey francamente chiflado que de ser MI se creería, de repente, un jugador de la categoría de Leko, Carlsen, Kamsky y otros. O sease que Benjamín de desubicaría por completo y saltaría de MI, ni siquiera el primer tablero de la selección, a ser uno de los mejores jugadores del mundo. Yo le reto, Sr. Ruso, a que me muestre un post de Benjamín su blog que de lugar a pensar si ud. quiere hipotéticamente semejante esquizofrenia.
Se lo digo en buena onda y sin ánimo de ofender, pues si ud. es historiador,no quiero imaginarme a los pobres que les coja una cita o una frase y los deje así de malparados sin que, la neta, la deban o la teman.
Yo no conosco un jugador fuerte en México que tenga esos problemas de franca loquera. Yo creo que, como ud. dice, ud. mismo se dio cuenta de que su comentario estaba fuera de lugar y por eso agregó los comentarios que ud. dice. Pero entonces le dedicó varias páginas para dejar en algún despistado lector que no conosca a Benjamín la duda sobre sus facultades mentales. Pues estaremos de acuerdo en que ningún jugador en México se podría creer estar entre los mejores jugadores de México. Ni Gilberto ni Manuel León ni José González podrían incluirse, a menos de que se volvieran locos, en la lista de los GM más fuertes del mundo.
No voy a decir nombres, pero el único que conozco que andaba delirando ser un gran jugador de ajedrez, campeón mundial y no sé cuánta pendejada, con perdón, era un jugador más o menos fuerte de primera que se retiró y se dedico a inventar sus modalidades de ajedrez para retar a Kasparov en público, como es de todos ya sabido.
b)Lo que no me gustó de su comentario sobre Benjamín es que, por más que ud. lo matice ahora, sembró la duda en los lectores del blog haciendo pensar que quizá, y repito "quizá", Benjamín está francamente chiflado imaginandose ser uno de los mejores jugadores del mundo. No me diga que eso no es difamatoria. Vamos, y si es obvio que no es así por el contexto, pues no le dedique tanta tinta a una cosa tan jalada de los pelos y mejor a otras más interesantes, que tendrá muchas que contarnos estando en Europa.
c) Pongámoslo así: los que no somos jugadores de olimpíada y no tenemos resutaldos espectaculares, yo me incluyo, podemos criticar lo que está francamente mal en nuestro ajedrez y esas cosas y opinar sobre jugadores más fuertes. Eso no se lo discuto. Pero también piense ud. que si insinúo o deja en el aire la salud mental de Benjamín pues es obvio que le contesten de manera airada. Pues para creerse uno de los mejores jugadores de México cualquier mexicano tendría que estar francamente loco. Le digo, "bellaco" es poco comparado con la forma que ud. puede poner verde a alguien cojiéndose de una frase. Y como veo en su blog que le interesa la política y no es panista, vea como a AMLO lo traen en chinga sacando frases de su contexto. No haga ud. lo mismo.
En cuanto a firmar con mi nombre. Lo haría pero ud. ya me puso muchos. Dejémoslo así. Yo le di mi opinión, ud. conserva tal vez la suya y se vale. Pero yo nada más quiero enterar a lectores de cómo es realmente Benjamín.
Reciba un saludo pues.

Manuel "el ruso" García dijo...

Estimado Mercenario desconocido (como esto es demasiado largo, permítame llamarle Mercenario X):

Me alegra que coincidamos en que podemos tener opiniones difetentes y, a pesar de ello, discutir respetuosamente.

Celebro, pues, las coincidencias. Pero me concentro en las diferencias.

Ud. se aferra discutir una hipérbole que tracé para poder discutir la indiferencia que mostró explícitamente Benjamín hacia las necesidades del equipo mexicano. En otras palabras, escribí que sólo si Benjamín se creyera de veras de los mejores del mundo podría entenderse por qué le molestó tanto que el ingeniero Ferriz lo mandara a la banca, como si él, Góngora, debiera jugar todas las partidas. Eso es todo. Lea, por favor, de nuevo esos dos párrafos:

"El 'sentimiento de pertenencia', el 'orgullo de estar entre los mejores ajedrecistas del planeta' que embarga a Benjamín, ¿significa que que él, Benjamín Góngora, está convencido de que pertenece, que está entre los mejores ajedrecistas del planeta? ¿O se referirá a la emoción de estar físicamente - estar parado en medio de, ir caminando entre- los mejores ajedrecistas del planeta? Supongo que se refiere a esta última opción. Porque el último párrafo del mismo post -Boleto de avión $1,000 USD; ver en persona a Judith Polgar, a Tatiana Kosintseva, a Artur Yusupov, a Victor Kortchnoi no tiene precio, para todo lo demás existe visa.- sólo puede ser escrito por alguien que sabe que por supuesto no es de los mejores del mundo. Estoy seguro de que Góngora está conciente de que no es muy probable que Kosintseva, Polgar, Korchnoi o Yusúpov hayan escrito en alguna parte 'Boleto de avión $ 1000 USD; ver en persona a Benjamín Góngora no tiene precio, para todo lo demás existe visa'.

"Pero por otro lado, Benjamín parece sonar convencido de que, en efecto, su "orgullo de estar entre los mejores del mundo" es algo más que meramente un orgullo. En su cuarto post dedicado a la olimpiada (Retrospectiva (II), 03.12.2008) Benjamín describe lo que parece ser un espíritu pesimista enre los jugadores mexicanos antes del enfrentamiento con Grecia en la primera ronda: 'Vamos contra Grecia, Góngora', 'tiene el 90% de probabilidad de que pierda', 'póngase sólido', 'coma pescado maestro, es lo que marcó el salto del neandertal (sic)', 'No vinimos a ganar la Olimpiada'… para a continuación demostrar que él, por el contrario, era dominado un gran optimismo (o, como se dice ahora en el insufrible lenguaje de manual de superación personal, de una mentalidad triunfadora): Me dije a mi mismo: 'Mi mismo: No vine hasta Dresden para ponerme sólido, ni de vacaciones aunque pueda amedrentarme la expectativa. Vine por la medalla de oro'. Esa fue mi mentalidad todo el tiempo. Tal vez fue esta mentalidad -que, si en efecto fue así 'todo el tiempo', resultó ser a prueba no sólo de comentarios derrotistas sino de la cruda realidad también- la que explica por qué Góngora muestra tal indiferencia hacia las necesidades del equipo y lo considera como simple marco para su marcha hacia la medalla de oro."

Perdón por tan larga autocita, pero quisiera ventilar bien el punto: no quise descontextualizar nada ni mucho menos confundir a los lectores. Por eso hago citas textuales y además doy las ligas a los posts de Benjamín, para que todos puedan leer de primera mano mis úncias fuentes de información; esto es, los textos del propio Benjamín.

En mi primer párrafo dejo claro que es obvio que Góngora sabe que no pertenece a la élite mundial. Sólo en el segundo empiezo con mi hipérbole, que consiste en exagerar algo para ejemplificar con facilidad un punto.

Note Ud. cómo en ese mismo párrafo cito a Benjamín y su "actitud triunfadora" de "ir por la medalla de oro". Con esto Benjamín nos quiso decir que no quería salir amedrentado a jugar. Bien, pero para eso usó una hipérbole: la medalla de oro. ¿O acaso cree Ud. que Benjamín se de veras se creyó "todo el tiempo" que iba por la medalla de oro? Cuando ya llevaba 2.5 de 7 posibles, ¿de veras le cree Ud. a Góngora que salió a jugar la última partida pensando "voy por la medalla de oro"? Yo creo que no. Pero con el elemento hiperbólico (exagerado) de la medalla de oro nos quiso decir que él no salió a jugar con miedo.

Pues bien, yo uso el elemento hiperbólico de esa frase de Benjamín ("el orgullo de estar entre los mejores ajedrecistas del planeta") para ejemplificar mejor mi punto, que es el egoísmo de Benjamín, que quería jugar todas las partidas sin pensar en el beneficio del equipo.

Pero insisto: este fue sólo uno de los puntos que toco en mi post. ¿Qué hay de la incomprensión de Benjamín hacia los motivos de Rafa Espinosa para ceder el segundo tablero a Ibarra? ¿Cómo está eso de que Benjamín confiesa que jugaría en el primer tablero aunque perdiera todas las partidas, y confiesa que poco le importaría que en México "le dieran hasta con la cubeta"? ¿Y lo de su viaje a Praga ignorando por completo al capitán de la selección? ¿Y su noble y elevada fraseología? Recordemos lo que ecribió:

"Cuando quedé en quinto lugar del Campeonato Nacional Absoluto 2008 supe que me ganaba $6,000.00 pesos, pero no un viaje, sino un derecho, un compromiso para competir por mi país y me preparé en consecuencia -aunque no fue suficiente-. Desafortunadamente, tenemos la cultura de que “ganamos el viaje”, de que el esfuerzo termina cuando se gana el nacional. Una representación nacional no es un premio, es la culminación del trabajo y el éxito deportivo de un atleta, un compromiso que obliga a quien lo adquiere a esforzarse al límite de sus posibilidades.

Lo hice y estoy orgulloso de mi mismo, aunque inconforme con el resultado de la competencia, lo que me motiva a esforzarme aun más, porque –saben- me he propuesto jugar la próxima olimpiada en Khanty-Mansiysk, Rusia 2010."

¿De veras se esforzó al límite de sus posiblidades? No. En vez de prepararse se fue de paseo a Praga, un chistorete que le costó como diez horas, por lo menos. Diez horas en medio de la olimpiada en las que el seleccionado Benjampin Góngora no preparó sus líneas; no estudió posibles rivales; no estuvo para, en caso de ser necesario, ayudar a un compañero de equipo; no deacansó ni veló armas. Y todavía dice que está orgulloso de sí mismo. ¿De qué? ¿De que se ganó el viaje? Pero si él mismo en estos párrafos que cito escribe que "Desafortunadamente, tenemos la cultura de que 'ganamos el viaje', de que el esfuerzo termina cuando se gana el nacional". Entonces, ¿de qué está orgulloso? No puede ser de que haya dejado el alma sobre el tablero, porque ya sabemos que estaba de paseo en Praga y fotografiando chavitas que le gustan. ¿Está orgulloso de su resultado entonces? ¿De 2.5 de 8 posibles? No creo que tenga tal desfachatez. No; de lo que está orgulloso es de que se fue ganó el viaje.

Así pues, mi estimado Mercenario X, le pido que no se clave con el árbol de esa frase que tanto le inquieta y le invito a que mejor abarque el bosque: las múltiples incoherencias y contradicciones de Góngora.

Y esto bajo la inteligencia de que Góngora, con su sinceridad (involuntaria tal vez, pero sinceridad al fin y al cabo, lo cual siempre se le debe agradecer), nos abre un excelente campo para discutir no ya su papel en la olimpiada, sino la organización del ajedrez mexicano, porque enviar a quienes puntearon bien en un único torneo no da tan buenos resultados. Lástima que los demás seleccionados no escrien públicamente al respecto.

Mire, ahorita que recuerdo, creo que Escobedo ha jugado dos o tres veces por México, calificando siempre por los selectivos. Y nunca ha hecho un buen papel. Y eso que Escobedo es bastante duro. Si ya tenemos estos precedentes (Escobedo antes y Góngora ahora), ya iría siendo hora de entender que el sistema actual permite que a la selección lleguen personas que ni dan el ancho ni entienden bien la responsabilidad que el ser seleccionados implica.

Así pues, estimado Mercenario X, ¿qué opina de todo esto? ¿Va a seguir insistiendo con esa frase, ignorando todos los demás puntos que señalo?

Por último, platíqueme sobre el tipo que quiso retar a Kaspárov en público. Ha de estar buenísima la historia.

Un abrazo (y feliz año)

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Ruso,
No me convence del todo el argumento de la hipérbole, pero bueno, lo importante es que queda claro que Benjamín no se cree ni mucho menos uno de los mejores jugadores del mundo.
Habría que analizar punto por punto cada una de las cosas que ud. dice. Muchas me parecen francamente exageradas, me parece que ud. hace tormentas en vasos de agua.
Pero como ud. dice vallamos a lo importante: Yo no estoy del todo de acuerdo con ud. en la cuestión de criticar los torneos selectivos. Creo que entiendo el punto cuando ud. dice que deberían seleccionarse los mejores jugadores y que en este caso hubiéramos tenido 4 GMs en un equipo: José González, Gilberto Hernández, Juan Carlos González y Manuel León, en vez de un equipo francamente chapo. Pero también creo que en un selectivo, si es verdaderamente selectivo, deben quedar los mejores jugadores. No entiendo por tanto la retisencia de algunos GMs mexicanos a jugar un selectivo. Pues sí hay el riesgo de que un jugador más o menos chapulín en comparación con otros se cuele, pero también acuérdese que las posiciones de los mejores jugadores se deben ratificar torneo a torneo, como han venido haciendo por ejemplo Gilberto Hernández, Rafael Espinoza, José Gonzáles, Juan Carlos, en su momento Roberto Martín del Campo, etc.
El ejemplo que ud. me da de Escobedo lo tomo incluso a mi favor. No es absolutamente previsible quien hará un mejor papel que otro con base al Elo o a los títulos. En realidad México no tiene GMs o MIs lo suficientemente fuertes como para garantisar que Escobedo, por ejemplo, hará un mejor papel que Uriel Capo, o Gilberto Hernández un mejor papel que Juan Carlos Gonzáles, todavía más jodido porque a estos les tocan los primeros tableros y jugar contra verdaderos monstruos.
El riesgo es además que se haga una élite con la que no puedan confrontarse los jugadores jóvenes para disputar un lugar en el equipo olímpico. Eso es bueno quizá para tener una buena selección al momento pero no es bueno para el ajedrez a largo plazo.
La historia del que retó a Kasparov es de dominio público, me sorprende que ud. no la conozca. Se trata de Alfonso Ferriz jr., que reto a Kasparov no en ajedrez clásico propiamente, sino en una de las modalidades que ha inventado, "hilos de Ariadna" o algo así. También es de todos sabido que Alfonoso Ferriz jr. se declaró ante sus alumnos de la Ibero como "campeón internacional", lo cual fue refutado por Arturo López en un match de partidas rápidas donde pulverizó a Ferriz jr. Digo que es el único que conosco que andaba con tales delirios de grandeza.

Manuel "el ruso" García dijo...

Estimado Mercenario x:

Se me está volviendo una nada desagradable costumbre intercambiar opiniones con Ud., así que, de nueva cuenta, ahí le va:

Lo de Escobedo lo traje a colación porque creo que Alberto calificó a los equipos olímpicos nacionales directamente de un único torneo selectivo (tal vez me equivoque y haya cumplido con algún otro requisito). Y bueno, una golondrina no hace verano y una cosa es quedar bien en un suizo y otra cosa ya es una olimpiada.

Creo que el Torre Repetto in Memoriam 2008, que acaba de terminar, puede servirme de ejemplo.

Veamos.

El jugador mexicano mejor calificado en el suizo a 9rondas fue el MI Álvaro Blanco, con 6 puntos. Luego quedaron los MIs Ibarra Cahmi, Capó, Estrada, Escobedo y Góngora (creo que hubo otros mexicanos con ese puntaje, pero me concentraré en estos porque son todos MIs y además han sido, en su momento, olímpicos)

Podría pensarse que si Blanco hizo medio punto más que el pelotón de colegas mexicanos que le sigue es porque jugó un mejor torneo. 6 puntos contra 5.5. Qué podría ser más claro. Pero acá surgen los asegunes propios de los torneos suizos: la disparidad entre los rivales que cada jugador enfrenta. Así, Blanco hizo 6 de 9 posibles ante una oposición promedio de 2270, lo que da una atuación de 2308, inferior incluso al rating actual de Álvaro Blanco (2323).

Uriel Capó (2339), por ejemplo, hizo 5.5 de 9 contra una oposición promedio de 2363.5 (casi 100 puntos más que la oposición que enfrentó Blanco), lo que arroja una actuación de 2388. Capó jugó 49 puntos por encima de lo que se esperaba, y por ende gana rating.

Analicemos el resultado de otro jugador de 5.5 puntos: Luis Fernando Ibarra (2389). Este chavo tuvo la mala suerte de que en la segunda ronda le tocara un rival de 1313 puntos de rating, lo que le arruina el rating promedio de sus 9 rivales: 2296. Si eliminamos este rival, el rating promedio de sus oponentes se dispara hasta 2419. Y he aquí algo curioso: sus 5.5 de 9 posibles (contra el rating promedio de 2296) da como resultado una actuación de 2321 (resultado: Ibarra aquí pierde rating). Pero si quitamos al rival de la segunda ronda, Ibarra logró 4.5 de 8 contra un promedio de 2419, lo que equivale a una actuación de 2432 (Ibarra hubiera ganado rating). Más todavía: Ibarra jugó en el suizo contra 5 granes maestros: Almeida (2519, tablas), Vera (2497, gana Ibarra), Zapata (2501, tablas), Córdova (2533 tablas) y Mitkov (2556, pierde Ibarra). Resultado: 2.5 de 5 contra GMs. Blanco jugó contra Nogueiras (2574, tablas), Quesada (2580, pierde Blanco) y Almeida (2519, pierde Blanco); o sea, 0.5 de 3. ¿Quién ofreció un mejor desempeño? ¿Blanco o Ibarra? ¿Blanco o Capó?

Veamos rápidamente los resultados de los otros MIs mencionados:

Julián Estrada (2347): 5.5 de 9 contra una oposición de 2183; actuación de 2208.

Alberto Escobedo (2356): 5.5 de 9 contra una oposición de 2279; actuación de 2304.

Benjamín Góngora (2298): 5.5 contra una oposición de 2099;
actuación de 2124.

El MI Florentino Garméndez (2296) es otro ejemplo de cómo el puntaje puede ser engañoso en un suizo. Florentino hizo únicamente 5 de 9, pero contra una oposición de 2267.5, lo que equivale a una actuación de 2281; o sea, superior a la de Julián en 77 y a la de Benjamín por 157 puntos. Pero en la tabla queda abajo de ellos, al igual que Capó e Ibarra quedan abajo de Blanco, a pesar de haber mostrado una actuación superior.

¿A qué todo esto? A demostrar que un mismo torneo (suizo) puede en realidad convertirse en algo así como dos - o más - torneos paralelos, en los que en las primeras mesas se juega a un nivel muy alto mientras que los que juegan en las mesas de atrás juegan otro torneo por completo. Como ejemplo veamos cómo puntearon Julián, Escobedo o incluso Garméndez: nunca abajo del 50 por ciento de los puntos.

Estrada: 2.5 de 3; 2.5 de 4 y luego alternó tablas y victorias.

Escobedo: igual, pero encajó una derrota en la octava ronda ante el GM Córdova.

Florentino: 3 de 4; y luego derrotas en las partidas nones y victorias en las pares.

Compare Ud., Mercenario x, con el torneo que jugó Góngora: 1 de 1; 1 de 4 (¡!) y luego un cierre a tambor batiente contra una oposición mucho más débil que la de sus rivales o que él mismo.

Que conste que no me ensaño con Góngora. Esto lo hago para demostrar mi punto: Góngora jugó un torneo; Estrada jugó otro; Garméndez, Escobedo y Blanco un tercero y finalmente Capó e Ibarra jugaron otro todavía más duro.

Puede Ud. argumentar que no es culpa de los jugadores que les toquen rivales tan "chapos" (ya vimos cómo el segundo rival de Ibarra lo fastidió en el tema de rating), pero, ¿no es entonces dejar demasiado al azar? ¿De veras se puede en un único torneo suizo determinar quién está jugando mejor?

Si esto hubiera sido un selectivo, Blanco hubiera calificado a la selección por delante de Capó, de Ibarra o incluso de Escobedo. Góngora quedaría en la lista de espera por encima de Garméndez, a pesar de que jugó un torneo 168 puntos más débil. Si consideramos que la diferencia entre fuerza y fuerza es de 199 puntos (cuarta: 1300-1499; tercera: 1500-1699; segunda: 1700-1899; primera: arriba de 1900), podemos afirmar que Góngora casi jugó una fuerza abajo de Garméndez pero formalmente queda arriba; o que Julián jugó casi una fuerza abajo de Capó o de Ibarra (si pasamos al segundo rival de 1313), pero hizo los mismos puntos.

No creo que semejantes veleidades del sistema suizo deban ignorarse a la hora de conformar un selectivo.

Y mejor ya ni hablamos de una práctica de lo más corriente en semejantes torneos: la última ronda y los arreglitos que la acompañan: rivales que se dejan caer, rivales que llegan con la oferta directamente, jugadores que fungen de intermediarios, etcétera.

Si un GM mexicano tiene 2510 ó 2550; y algún otro aspirante tiene 2280 ó 2350, no creo que quepa la pregunta de quién es mejor que el otro. Incluso, no creo que se pueda decir a los GMs "si de veras son mejores, pues vengan y demuéstrenlo". ¿Pues dónde juntaron ese rating? ¿Jugando valero? ¿Quedando bien en un único suizo? ¿Tienen de veras que demostrar - ¡una vez más! - su superioridad, jugando un suizo, corriendo el riesgo de que, jugando entre ellos, en las mesas de arriba, se les cuele alguien por delante? ¿Y si así pasara, este único selectivo sería el parámetro válido pero no otros tres, cuatro o diez torneos en los que quedaron arriba del colado?

No sé qué vaya a pasar en las últimas rondas, pero hasta el momento, tras la sexta ronda del torneo de Reggio Emilia, Manuel León (tenía 2535 cuando se inició el torneo) lleva 3 de 6 posibles. Perdió contra jugadores de 2710 (Ni Hua) y 2670 (Dreev, exseleccionado ruso y exjugador de matches de candidatos), entabló contra Almasi (2663) y Gustafsson (2634), y derrotó a Landa y a Shytaj (2472). Tiene, hasta el momento, una actuación de 2627. Como dije, es posible que León pierda todas las partidas restantes (aunque ya jugó contra todos los rivales de más de 2600). Pero, por el momento, está jugando bastante bien. ¿Este jugador debe de veras eliminarse con jugadores de 200 ó 300 puntos menos que él, porque no sabemos si es mejor o no? ¿Qué más tiene que demostrar?

Mire, estimado Mercenario x, el resultado de Capó en otro round robin hace unas semanas apenas. Me refiero al Félix Galbany in Memoriam: empate en último lugar, con 3.5 de 10 posibles, sin victoria alguna. Es claro que apenas junta experiencia en estas lides, pero aún así: ¿le quedan dudas a alguien de quién es quién en el ajedrez mexicano como para organizar un selectivo?

Una selección nacional no debe ser democrática sino jerárquica: no se arma por votación, sino por el principio de la calidad y fuerza ante el tablero. La democracia se da en los torneos: inscríbete como todos, y juega como todos. Pero no todos logran los resultados, la fuerza que algunos sí alcanzan. Porque, como insisto, en un único suizo se nos cuelan a la selección jugadores que nada tienen que hacer ahí.

Hablando de otro tema: Algo había escuchado sobre el caso de Ferriz hijo. En fin, pero parece que en su tiempo fue bastante duro...

Un abrazo