lunes, 17 de noviembre de 2008

Olimpiada de ajedrez Dresde 2008. Análisis de un fragmento de la partida Eva Kulovana - Yadira Hernández. Parte I

Las ajedrecistas mexicanas (sembradas 46 de 114 equipos registrados y con un rating promedio de 2037.8) han tenido un mucho mejor inicio de olimpiada que sus colegas masculinos. Llevan 4 de 8 puntos posibles - los hombres llevan 3 de 8 - y, lo más importante: han ganado los matches que tenían que ganar: en la primera ronda contra los Emiratos Árabes Unidos (sembrado Nº. 84) y contra Irak (sembrado 89) en la segunda.

Para contrapuntear, los hombres (sembrados Nº 63 de un total de 154 equipos registrados, rating promedio de 2394.2) fueron blanqueados 4-0 por Grecia (sembrado Nº 27) en la primera ronda y luego, en la segunda, de manera totalmente inopinada, empataron 2-2 con Nicaragua (sembrado 102). Rafael Espinosa, veteranazoMI olímpico nacional - está jugando su décima olimpiada - perdió contra Félix Espinoza (los juegos de palabras con los apellidos de ambos contendientes se sugieren por sí mismos. Por eso mismo los obviaré), que tiene 2243 puntos Elo; algo así como 169 puntos menos que el mexicano. Con todo, esta segunda ronda, decepcionante como fue, debería sabernos a gloria pues el tercer tablero nos salvamos de la hecatombe: en un duelo por demás disparejo el jugador nicaragüense Jorge Picardo, de 2219 Elo, perdonó al MI mexicano Benjamín Góngora, de 2281.

En la tercera ronda México debió encajar el segundo mas honroso pepino, ahora a manos de Irán (sembrado Nº 40): 1.5-2.5, derrota por la mínima diferencia. Nuestro quinto tablero, Uriel Capó, MI de 2340 Elo, se aventó una excelente partida con negras y derrotó al GM Shojaat Ghane, de 2408 y quien nunca pudo descifrar el heterodoxo y agresivo planteamiento del mexicano. Pero en el tercer tablero Góngora se metió en problemas, con blancas, ya en la séptima jugada. Perdió.

En fin, México pudo festejar su primera victoria con una blanqueada, ahora sí obligatoria, ante un flan: Islas Vírgenes Británicas, sembrado número 136. Hay que acotar, sin embargo, que el equipo mexicano jugó las primeras cuatro rondas sin su, por mucho, mejor jugador, el GM Gilberto Hernández. Sin sus 2549 puntos Elo el promedio del equipo cae de los 2394.2 ya mencionados a 2355.5. Ahora México se encuentra jugando contra otro equipo débil: Corea del Sur (sembrado Nº 127). Esperemos lo mejor, aunque ya vimos que no hay rival débil.

Resultado del pésimo arranque mexicano: lugar 101 (siendo el sembrado 63) tras cuatro rondas.

Las chavas, en cambio, ganaron a sus inferiores y perdieron ante sus superiores, respetando los pronósticos. Así de fácil.

Pero aquí ya hay que discriminar. El tropiezo ante Polonia en la tercera ronda fue inapelable: 0-4. El polaco es un equipo potente, peligroso no sólo contra sus inferiores sino para cualquiera; no en balde es el sembrado número 9 (de 114 equipos registrados), con un ranting promedio de 2365.4 puntos Elo.

Para la cuarta ronda las ajedrecistas mexicanas dieron una buena batalla a las checas, sembradas número 18, y perdieron por la mínima diferencia de 1.5-2.5, con todo y una victoria en el primer tablero ante la segunda jugadora checa (la primera descansó esa ronda).

En efecto, la ajedrecista mexicana Aurora Esquivel de León (MIF de 2037 Elo) le pegó a la GMF Katerina Nemcova (2369), luego de que esta última, al parecer sorprendida por el juego rectilíneo y agresivo de la primera en el flanco de dama, se dejó una pieza. No entiendo si fue un sacrificio o simplemente se le olvidó que su caballo andaba volando, pero el asunto es que perdió.
Las mexicanas que perdieron lo hicieron sin oponer resistencia (esperaba más de la MIF Alejandra Guerrero, de 2143 Elo, quien tiene más ajedrez de lo que ha mostrado hasta el momento), pero lo que me atrajo fue el duelo del segundo tablero, entre la GMF checa Eva Kulovana (2286 Elo) y la MIF mexicana Yadira Hernández, de 2228 Elo, durante muchas olimpiadas indiscutible primer tablero nacional e integrante de una familia muy ajdrecística: uno de sus hermanos es precisamente el GM Gilberto Hernández y otro es MF.

Veamos la posición tras la jugada de las blancas 53.Th5-g5.


Eva Kulovana, 2286 - Yadira Hernández, 2228; Olimpiada Dresde 2008

















Las negras tienen peón de ventaja y dos peones unidos pasados. Los peones blancos son frenados por el negro de f5. El rey negro tiene gran libertad de acción y puede apoyar activamente el avance de sus peones. Su colega blanco se ve seriemente limitado por las piezas negras. La calificación de la posición está más allá de toda cuestión: les negras deben ganar.

La partida continuó así: 53...Ta2+ 54.Rf1 Única para no perder más material 54...b4?? 55.Cd5+ Sopas 55...Rd6 56. C:b4 Td2 y poco después se firmaron las tablas.

Luego de ver esto, pensé que las negras hubieran ganado con 53...b4, porque si las blancas repiten la maniobra del doblete, pierden el caballo: 54.Cd5+ Rd6 55.C:b4 Rc5, y resulta que ahora el caballo blanco no ataca la torre negra, que a su vez le quita el punto d3, que en la variante de la partida queda libre. Yo pensaba que eso era todo, pero si nos fijamos bien, las blancas tienen un peón pasado. Este detalle, junto con el escaso material que queda, complica las cosas. No sé si con computadora se puedan mejorar las variantes que siguen, pero esto es lo que resultó tras mover un poco las piezas. Veamos:

Eva Kulovana, 2286 - Yadira Hernández, 2228; Olimpiada Dresde 2008 (análisis)

















¿Qué pasa si las blancas lanzan su peón pasado al frente, dejando al caballo en prise?
56. h5!? R:b4 57. h6 Las negras deben encontrar la manera de frenar el peón pasado blanco con su torre, porque las demás piezas, que también participaron en el cerco al caballo negro, son de piernas cortas. Pierde el inocente intento de meter la torre a la octava: 57...Ta6? 58. Th5 Td6 59. h7 y el peón pasado cuesta la torre.

Es mejor 57...Ta2+, porque el intento de quitar a las negras el ataque al peón pasado por la retaguardia con 58. Rg1?? pierde por el doblete 58...Cf3+. Pero las blancas pueden quitar al rey del jaque ganando un tiempo: 58. Re3, y ahora las negras no tienen 58...Th2 porque el caballo anda volando. Así que las negras o defienden el caballo con el rey o lo quitan.


















De las retiradas del caballo sólo podríamos tomar en cuenta 58...Ce6 ( si 58...Cc2+ entonces 59. Rf4 y las negras deben regresar: 59... Cd4 60. Re3, y a las demás jugadas de caballo las blancas juegan siempre 59. Th5!), con la idea de que, si las blancas juegan despreocupadamente 59. T:f4?!, entonces 59...Th2! y el avance de los peones blancos se vuelve lentísimo. Tras 60. Tf6, que es única para defender el peón h6, las negras pueden seguir con 60...Th1, para defender al caballo indirectamente. Luego de, por ejemplo, 61. Rf2 - para hostilizar a la torre y para quitar el rey de la foto - las negras retiran su caballo obstaculizando el avance de los peones blancos: 61... Cg5 y amenazando a su vez con avanzar el suyo de a7. Por eso las blancas deben jugar 62. Ta7, pasando a un final de torre y peón contra torre y caballo. ganar eso es imposible sin ayuda del rival.

Si las negras quieren conservar su peón a7 deberían retirar el caballo hacia el otro flanco: 61...Cc5, pero entonces las blancas ponen en movimiento sus peones: 62. Rg2! Te1(d1) (62... Th5 g4! y ya es hora de asegurar las tablas repitiendo jugadas con 63... Th4 64. Rg3 Th1 65. Th4, porque si las negras siguen jugando a ganar pueden perder: 63... Te5(d5)? 64. h7! Te8(d8) 65. g5 y creo que ganan blancas) 63. h7 Te8(d8) 64. g4 y no creo que las blancas pierdan esto.

Por eso creo que es mejor defender el cuaco con el rey: 58...Rc4.


















Una vez más, las blancas están obligadas a jugar 59. Th5, y las negras aprovechan ahora para, por fin, meter la torre a su primera fina en funciones defensivas: 59... Te2+ 60. Rf4 Te8 y ahora, ¡atención!


















Yo creía que con 61. h7 las blancas empataban: 61...Th8 62. Re5 a5 63. Rf6 (63. Th4 no recupera la pieza por 63... Rc5! con la idea 64. T:d4? Te8!, ganando la torre, pero incluso en esta variante las blancas pueden regresar a la senda de las tablas con 64. Rf6!) 63... a4 64. Rg7 T:h7+ 65. T:h7 a3 66. Rf6 a2 67. Ta7 Rb3 y, de nueva cuenta, aguas: 68. Re5?? Cc6+! y ganan las negras. Lo correcto es 68. T:a2! R:a2 69. Re5 y por fin son tablas.

Pero luego noté que tras 61. h7? las negras parecen ganar con el taimado jaque 61... Ce6+!, porque 62. R:f5? pierde por el doblete 62... Cg7+. Sólo quedaría 62. Rf3, pero tras 62... Th8 y 63... Cf8 - si es necesario -, las negras deben ganar.

Este hallazgo me hizo pensar que ya había encontrado el gane negro, pero luego se me ocurrió que las blancas pueden acercar al rey a su peón sorteando el peón negro como un barco los arrecifes, pues la amenaza h6-h7 no se irá a ningún lado: 61. Rg5! y ahora el jaque negro de caballo en e6 sí pierde el peón f5, porque el peón blanco h6 cubre la casilla g7.

¿Qué pueden hacer las negras? Si 61... a5 regresamos a la variante de tablas en laque las blancas entregan la torre por el peón negro en a2: 62. Rf6! (62. Rg6? Ce6! y ganan negras) 62... a4 63. Rg7 T:h7+ 64. T:h7 a3 65. Rf6 a2 66. Ta7 Rb3 67. T:a2! R:a2 68. Re5 y tablas. La jugada 61... Th8 es, además de horrorosa, inútil: 62. Rg6 y la cosa debe terminar también en empate. Queda el jaque de torre 61... Tg8+ 62. Rf6


















A poco no parece que a las negras se le hizo grumos el engrudo. Para mí que esto son tablas. Por increíble que parezca: las negras no ganan aunque tengan pieza de más, peón libre alejadísimo del rey blanco. Tal vez alguien con programa de ajedrez pueda analizar esta posición y ponerle un diagnóstico exacto, pero a mí me parece que esto son tablas.

Pero, ¿no que Yadira estaba ganada? ¿Pues qué pasó? Eso me preguntaba mientras movía las piezas, y se me ocurrió que no hay que ganar la pieza menor negra, sino llegar a un final de torres con dos peones unidos cada quien, con la gran ventaja para las negras de que sus peones están mucho más avanzados. La misma idea fue desprovechada por Keres en su partida de la segunda ronda del torneo AVRO contra Alekhine y que ahora intentaremos aplicar.

Regresemos a la posición inicial y hagamos que Yadira, en lugar de ganar pieza con 53... b4, regrese su peón de ventaja tras 53... Ta2+! 54. Rf1 (que fue lo que se jugó en la partida), y ahora 54...a5!


















Si ahora 55. C:f5 C:f5 56. T:f5 b4! ganan negras. Nótese la diferencia de los reyes: el negro apoya activamente sus peones, mientras que el blanco está cortado en la primera fila (por eso el jaque 53... Ta2+! es vital), en trance de que cualquier peón negro corone no con jaque sino con mate Si me cree, compruébelo usted mismo:


















57. h5? pierde en seguida: 57... b3! 58. Tb5 b2 y las blancas pierden la torre y el punto. La horrísona jugada 57. Rg2? - con la idea de despejar el punto d1 para la torre propia y quitar a la enemiga el ataque por la retaguardia desde la casilla h2 - pierde igual: 57... b3!

Lo mejor es 57. Tb5, intentando frenar el avance de los peones negros colocando la torre atrás de ellos, pero la actividad del rey negro hace la diferencia: 57... Rc6 58. Tb8 y ahora 58... Rc5!, desatando las manos de la torre y ayudando al rey a pastorear sus peones hacia las casillas de coronación.


















59. h5 pierde con rapidez: 59... Th2! 60. g4 a5! y las blancas están prácticamente en zugzwang: 61. Rg1 Th4; 61. g5 T:h5 62. g6 Tg5; 61. Ta8 b3!; 61. Tc8+ Rd4. En todas las variantes ganan las negras.

Tampoco ayuda 59. g4, porque en el final resultante tras 59... Th2 60. g5 T:h4 61.g6 Tg4 62. Tg8 b3 63. g7 b2 64. Tb8 T:g7 65. T:b2 las negras, si quieren ganar, deben mostrar cierta madurez técnica: 65... Te7!, según el excelente libro libro de finales de torre de Smyslov y Lowenfisch, ediciones Martínez Roca, colección Escaques. Si usted no lo tiene, vaya a una buen librería de viejo y consígase un ejemplar, porque ediciones Martínez Roca no publicó jamás libro de ajedrez mejor: sus libros de aperturas están rebasadísimos y las biografías de Kárpov, Kaspárov y Fischer eran una vacilada (incluso la de Capablanca, por Pánov, o la de Alekhine, por Kotov, estaban bastante ideologizadas e incluso, sobre todo la de Alekhine, falseadas), pero los libros de finales, sobre todo el de torre en cuestión, son imprescindibles.

Tal vez lo más tenaz sea 59. Rg1! que responde a un tema recurrente: privar a la torre enemiga de la posibilidad de atacar los peones por detrás. Luego de 59... a4 60. h5 las blancas logran armar una carrera de peones pasados, en la que cualquier error es fatal con la intención de pescar en aguas turbias. Sigue la variante: 60... Te2 (es hora de bajar a defender con la torre; el rey apoyará a los peones) 61. h6 Te7 62. g4 Ta7! (pero no 62... a4 63. Ta8! y el asunto huele a tablas) y las blancas tienen una celada tremenda: 63. Tc8+! (si 63. g5 entonces 63... a3 64. g6 a2 65. g7 a1=D+ y las negras ganan)


















¿Cómo ganan las negras? No es una pregunta retórica, porque me acabo de hacer bolas con mis propios análisis. No puede ser que las negras no ganen, pero este jaque (63. Tc8+) que me acabo de encontrar me mató el gallo en la mano, como se dice. La idea blanca es bajar la torre a su primera fila a entregarse por el peón negro que corone y, mientras, avanzar sus peones a la sexta.

No cabe duda de que los finales de torre son apasionantes.

Mañana sigo analizando. ¿Ideas, comentarios, mejoras a mis análisis de tablero de ajedrez de viaje? (tengo dos, en realidad, sobre el escritorio) Escriban sus comentarios.

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